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Eclipse lunar cautiva a cientos en la Costanera asuncena

Telescopios, familias y una atmósfera de asombro marcaron la noche en que la “Luna de sangre” brilló en el cielo paraguayo tras tres años.

Foto: MuCi.

El cielo nocturno de Asunción se convirtió en un escenario natural que atrajo a cientos de paraguayos durante la noche del jueves y la madrugada del viernes. La razón: el esperado eclipse lunar, popularmente conocido como Luna de sangre, un fenómeno que no se observaba desde 2022 y que transformó nuestra costanera en un improvisado observatorio a cielo abierto donde familias enteras compartieron la emoción del momento.

El espectáculo celeste, visible desde América, Europa occidental y África, ocurre cuando nuestro planeta se interpone perfectamente entre el Sol y la Luna, proyectando su sombra sobre la superficie lunar. Este alineamiento cósmico provoca que nuestro satélite adquiera ese característico tono rojizo que le ha valido su apodo popular, resultado de la dispersión de la luz solar a través de la atmósfera terrestre.

Foto: @seba_sirius

El Museo de Ciencias (MuCi) aprovechó la ocasión para organizar una noche especial de observación en la playa de la Costanera Norte, donde instalaron varios telescopios de diferentes tamaños. “Con todos se ve igual. Tal vez, con uno más grande, se vean mejor los detalles de la Luna”, explicó Jorge Torres, divulgador científico, mientras ajustaba uno de los equipos para los asistentes que hacían fila para echar un vistazo más cercano al fenómeno.

Aunque las nubes jugaron al escondite con la Luna en algunos momentos de la noche, el eclipse se pudo apreciar claramente durante buenas partes de sus aproximadamente seis horas de duración. Según datos de la NASA, el evento comenzó a ser visible primero en Norteamérica, mientras que la fase de totalidad —el momento más esperado cuando la Luna adquiere su color rojizo más intenso— duró apenas unas pocas horas.

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La Costanera se transformó en un ambiente festivo y a la vez contemplativo, donde muchas personas aprovecharon para hacer fotografías, compartir mate y tereré, y conversar sobre astronomía. Niños, jóvenes y adultos se maravillaron por igual ante este recordatorio celestial de que, a pesar de nuestra rutina diaria, formamos parte de un universo en constante movimiento.

Este tipo de fenómenos astronómicos visibles a simple vista representan una oportunidad única para conectar a la ciudadanía con la ciencia de forma directa y emocionante. En un país donde la astronomía no siempre recibe la atención merecida, eventos como este eclipse lunar demuestran el interés natural que despierta el cosmos en los paraguayos cuando tienen la oportunidad de apreciarlo.

La próxima vez que la Luna se tiña de rojo, seguramente la Costanera volverá a llenarse de miradas dirigidas hacia arriba, recordándonos nuestra pequeñez frente a la inmensidad del universo.

Fuente: Última Hora