Hugo Velázquez, exvicepresidente de Mario Abdo Benítez, reveló que mantiene “conversaciones con actores clave del nuevo gobierno del presidente Trump” con el objetivo de revisar las sanciones impuestas por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) en 2022. Según confirmaron fuentes cercanas al político colorado, Velázquez no descarta presentar su candidatura presidencial para las elecciones de 2028, considerando que las penalidades que pesan sobre él fueron parte de una campaña orquestada por sus adversarios políticos durante la administración Biden. El exvicepresidente busca limpiar su imagen y recuperar su visa estadounidense como paso fundamental antes de retomar formalmente sus aspiraciones electorales.
Como parte de su estrategia para acercarse a la nueva administración republicana, Velázquez ha presentado a los representantes de Trump una propuesta que incluye intercambio comercial, inversiones a largo plazo, proyectos estratégicos conjuntos, fortalecimiento democrático, lucha contra el narcotráfico y estabilidad regional. Su equipo ha puesto especial énfasis en la situación de México, donde incluso tendría previsto realizar un viaje, abordando temas que coinciden con la agenda del actual secretario de Estado norteamericano, Marco Rubio. “Biden quiso sacarlo de la carrera (en 2023) porque Hugo no comulgaba con sus ideas. Pero eso se va a resolver”, afirmó al medio LPO un allegado al exvicepresidente.
La situación legal de Velázquez tomó un giro favorable cuando la Fiscalía paraguaya desestimó las acusaciones relacionadas con las sanciones impuestas por Washington. Según el entorno del político, cuando “el Ministerio Público de Paraguay le preguntó al Departamento de Justicia de dónde habían salido las acusaciones del embajador (Marc Ostfield), lo único que envió el Departamento de Estado fue lo que leyó el embajador. Es lo único que hay”. Las sanciones, anunciadas en agosto de 2022 por la administración Biden, acusaban a Velázquez de tener supuestos nexos con el crimen organizado y Hezbollah, además de “su participación en actos de corrupción significativos, incluido el soborno de un funcionario público y la interferencia en procesos públicos”.
El plan de Velázquez para su posible retorno a la arena política incluye un momento simbólico que considera crucial: obtener una fotografía mostrando su visa en territorio estadounidense, lo cual representaría el mayor gesto de desagravio en su estrategia para recuperar relevancia política. Su entorno asegura que “la dirigencia lo está esperando”, en referencia a la competencia electoral de 2028, y aunque el expresidente Abdo Benítez apoya la precandidatura de Arnoldo Wiens —considerada prematura por diversos sectores del Partido Colorado—, Velázquez confía en tener mayores posibilidades de éxito debido a su experiencia y base de apoyo dentro de la agrupación política.
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El exvicepresidente ha diseñado un cronograma prudente para su eventual regreso. Primero espera el levantamiento de las sanciones estadounidenses —que su equipo ya da por hecho— y posteriormente concentrarse en las elecciones municipales de 2026 antes de definir formalmente su candidatura presidencial. Sus allegados destacan que Velázquez “cuenta con fuerza propia y arrastre entre las bases”, mientras critican que Wiens “no genera expectativa en la dirigencia del partido porque no conoce a nadie”. Esta ventaja en términos de reconocimiento y capital político sería determinante para sus aspiraciones, según sus partidarios.
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La estrategia electoral de Velázquez apunta a construir una coalición amplia que reúna a la disidencia colorada, a cartistas descontentos y hasta sectores de la oposición. Fuentes cercanas indican que le han ofrecido diversas alternativas políticas, desde volver al Senado, presidir la cámara e incluso ocupar cargos en un eventual gobierno de tendencia abdista. A diferencia del expresidente Abdo, quien no puede postularse nuevamente, Velázquez mantiene intacta su elegibilidad para las elecciones de 2028. Sin embargo, sus colaboradores aclaran que, independientemente de si consigue la candidatura, su compromiso es apoyar al sector disidente del Partido Colorado en los próximos comicios presidenciales, buscando posicionarse como figura aglutinante de las distintas corrientes opositoras al oficialismo cartista.
Fuente: LPO
