Las precipitaciones registradas en diversas zonas del departamento de Alto Paraguay trajeron un respiro, aunque no son suficientes para apagar completamente los focos de incendios forestales que afectan la región. Las lluvias, que comenzaron la noche del viernes, alcanzaron hasta 90 mm. en algunas áreas, pero en la zona más afectada por los incendios, Chovoreca, solo se reportaron 10 mm. de agua, cantidad que apenas logró enfriar el ambiente sin erradicar el fuego.
En Fuerte Olimpo, uno de los distritos donde la lluvia tuvo mayor intensidad, las precipitaciones superaron los 55 mm. Esta cantidad es significativa, considerando que la región atravesaba más de 120 días sin lluvias. A pesar de que el fuego persiste en ciertas áreas, las lluvias facilitaron el trabajo de los bomberos y militares que luchan por controlar los incendios. En zonas ganaderas, la caída de agua permitió que los campos pastoriles, donde se alimenta tanto ganado vacuno como fauna silvestre, comiencen a recuperarse lentamente.
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Sin embargo, la naturaleza dispersa de las lluvias en el Chaco deja áreas donde la sequía continúa siendo severa. En la zona de línea 28, por ejemplo, las precipitaciones alcanzaron los 90 mm., mientras que en el vecino establecimiento de Campo Grande, ubicado a tan solo 20 kilómetros, apenas cayeron 12 mm.
Más hacia el sur, en Puerto Sastre y Carmelo Peralta, las lluvias superaron los 50 mm., lo que representa un alivio moderado para la zona. A pesar de que en algunas áreas cercanas solo se alcanzaron 20 mm., cualquier cantidad de lluvia es bienvenida en una temporada de extrema sequía como la que enfrenta Alto Paraguay.
Si bien las lluvias actuales no fueron suficientes para acumular grandes reservas de agua, tuvieron el efecto positivo de limpiar el aire, altamente contaminado por el humo de los incendios forestales. Esto brindó un alivio temporal a las familias afectadas por la sequía y a los animales que dependen de los pastos de la región.
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Pese a la mejoría en las condiciones del aire, el río Paraguay continúa mostrando niveles bajos debido a la falta de lluvias significativas en su cuenca. En Bahía Negra y Fuerte Olimpo, los niveles del río alcanzaron mínimos históricos, superando incluso los registros más bajos de 1971, lo que agrava la situación para las comunidades ribereñas.
Fuente: ABC.
