La Asociación Nacional Republicana (ANR) se encuentra en medio de una tormenta política interna. Convencionales colorados de todo el país están impulsando una sesión extraordinaria con el objetivo de modificar el estatuto partidario, en un intento por frenar el ascenso de outsiders y opositores recién afiliados a cargos gubernamentales.
Esta iniciativa, que podría materializarse en una reunión en Coronel Oviedo, Caaguazú, durante la primera quincena de agosto, busca congregar a más de 200 dirigentes. El propósito es claro: aumentar los años de antigüedad requeridos para acceder a posiciones de poder dentro del partido y el gobierno.
Juan Núñez, convencional de Paraguarí, expresó a LPO: “Es una falta de respeto a la antigua dirigencia que afiliados con apenas seis meses dentro del partido accedan hoy a espacios sobre aquellos que llevan años de trabajo partidario”. Esta declaración refleja el sentir de muchos dirigentes tradicionales del partido.
La movida recuerda a la maniobra realizada en 2011 por Horacio Cartes, quien logró modificar el artículo 110 del estatuto para poder competir en las internas contra Javier Zacarías Irún. Ahora, los convencionales buscan revertir esa flexibilización que permitió el ascenso de figuras externas al partido.
La preocupación por las elecciones municipales es palpable entre los dirigentes colorados. Temen que la confianza depositada en autoridades que han dado la espalda a las bases, como ocurrió durante el gobierno de Cartes, pueda resultar en una derrota electoral significativa.
Encuentro con la dirigencia de Caaguazú, con presencia del presidente del Partido Colorado, Horacio Cartes, presidente de la República, Santiago Peña, vicepresidente Pedro Alliana, autoridades nacionales y partidarias. pic.twitter.com/TBINyHW7BT
— ANR – Paraguay (@ANRParaguay) July 10, 2024
La tensión con el presidente Santiago Peña es evidente. Los convencionales le han dado un ultimátum, exigiendo los cambios prometidos en el gabinete para agosto. Sin embargo, la demora en estos ajustes y la percepción de que se está beneficiando a exabdistas y exliberales con cargos han generado malestar en las bases coloradas.
La advertencia de que “el que haga reclamos, se va a quedar sin nada” ha sido recibida con indignación por los convencionales, quienes recuerdan haber aportado más de 507 mil votos a la campaña de Peña. Esta actitud ha reforzado la determinación de no permitir que outsiders “con plata” lideren las candidaturas para intendentes y concejales.
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Los dirigentes departamentales están cerrando filas en torno a la idea de reservar las candidaturas para aquellos con un trabajo comprobado con las bases. Esta postura refleja un intento de preservar la estructura tradicional del partido frente a la influencia creciente de nuevos actores políticos.
El desenlace de esta pugna interna podría tener consecuencias significativas no solo para la ANR, sino para el panorama político paraguayo en general. La capacidad del partido para resolver estas tensiones internas será crucial para mantener su hegemonía en las próximas contiendas electorales.
Fuente: La Política Online
