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Doña Leopoldina, a sus 89 años, una defensora incansable del Lago Yrendy

La lucha de Doña Leopoldina por proteger el Lago Yrendy en Ciudad del Este, la ha convertido en un símbolo de resistencia y amor por la naturaleza.

Foto: La Clave.

Doña Leopoldina Matiauda viuda de Blanco, con sus 89 años, se ha convertido en una figura emblemática en la defensa del Lago Yrendy, ubicado en Ciudad del Este. Su incansable lucha contra los intereses que amenazan la integridad de este ecosistema la ha posicionado como un símbolo de resistencia y amor incondicional por la naturaleza.

Hermana menor del fundador de la ciudad de Presidente Franco, Vicente Antonio Matiauda, Doña Leopoldina eligió construir su hogar junto a la reserva boscosa que rodea el lago. Desde allí, junto con los vecinos, mantiene una vigilancia constante contra aquellos que buscan talar los añejos árboles que bordean el lago.

“Frenamos la tala de árboles, peleamos duro junto a mi familia y los vecinos para que esto no desaparezca”, recuerda Doña Leopoldina. A pesar de su avanzada edad, su vitalidad y compromiso son envidiables. Siempre elegante y con su distintivo sombrero, se mantiene firme en su lucha.

El Lago Yrendy es un lugar de gran belleza y misterio. “Está lindo nuestro lago. Hay zonas donde se puede cruzar a pie, porque se acumuló mucho barro. Su origen siempre fue un misterio. Porque no va a ningún lado y tampoco termina y esto ya estaba aquí en el tiempo en que los indígenas dominaban la selva paranaense”, explica Doña Leopoldina.

Publicación: Amigos del Lago Yrendy

A lo largo de los años, Doña Leopoldina ha sido testigo de cómo el lago y su entorno han acogido a diversas especies de animales menores y aves. “A casa suele venir un teyu (lagarto) a recorrer la casa y después regresa a su bosque. Hay muchos animalitos. Por lo visto vienen de otros lugares, donde ya no queda selva”, reflexiona.

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Doña Leopoldina se mantiene firme en su compromiso de proteger el Lago Yrendy y todo el bosque que lo rodea. A través de su ejemplo, nos enseña sobre la importancia de la conservación y el respeto a la naturaleza, recordándonos que cada uno de nosotros tiene un papel que desempeñar en la protección de nuestro medio ambiente.

La historia de Doña Leopoldina es un testimonio de cómo una sola persona, armada con determinación y amor por la naturaleza, puede hacer una diferencia en la defensa de nuestros ecosistemas. Su lucha no solo es una inspiración para los habitantes de Ciudad del Este, sino para todos aquellos que buscan proteger y conservar la belleza natural de nuestro planeta.

Fuente: Última Hora.