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El laberinto del transporte público en Paraguay: ¿Dónde está la solución?

La problemática del transporte público urbano en Paraguay es un desafío constante. ¿Dónde radica la solución a este intrincado laberinto?

Foto: InfoNegocios

Desde la década de 1980, el problema del transporte público urbano en Paraguay ha sido un tema de constante análisis. A pesar de los múltiples estudios realizados para encontrar una solución definitiva, parece que la respuesta sigue siendo esquiva.

En 1980, la municipalidad de Asunción, con ayuda japonesa, inició la elaboración de un plan maestro para el transporte de la capital y su área metropolitana, conocido como el Plan CETA. Aunque se planteaban soluciones viables, hasta la fecha, estas siguen sin implementarse.

Según el experto José Tomás Rivarola, los problemas actuales ya estaban predichos en el Plan CETA con sorprendente precisión. Sin embargo, las autoridades parecen reacias a enfrentar la situación. Ahora, un nuevo estudio realizado con cooperación coreana reiterará la necesidad de incorporar sistemas troncales, como el BRT (Bus Rapid Transit) o metrobús, una iniciativa que ya ha fracasado en el pasado.

BRT en Bógota.

La falta de un sistema de transporte eficaz y fiable tiene como resultado un aumento del uso de vehículos particulares, lo que agrava los problemas de movilidad y tráfico. En Asunción y su conurbano, se estima que hay 88 vehículos por cada 100 habitantes.

Al problema se suma la sobredemanda y las reguladas, negadas por el Centro de Empresarios del Transporte de Pasajeros del Área Metropolitana (Cetrapam), pero derivadas de la deuda de US$ 16 millones del Estado con las empresas de transporte por incumplimiento de subsidios.

Rivarola argumenta que debido a esta deuda, están operando 400 buses menos de una flota de 1.600 vehículos, lo que el público percibe como un problema de regulada. Lo urgente, según él, es conseguir recursos para pagar al menos parcialmente la deuda y elaborar programas reales para renovar la flota.

Por su parte, Cetrapam propone que el subsidio llegue directamente a las tarjetas de los usuarios. Sin embargo, Rivarola advierte que pasar el subsidio directamente al usuario podría resultar en un problema político mayor si el Gobierno se atrasa en los pagos.

El especialista concuerda con la Organización de Pasajeros del Área Metropolitana de Asunción (Opama) en que un subsidio bien gestionado es la mejor herramienta de control que tiene el Gobierno.

Enfrentar este problema complejo requiere un liderazgo fuerte y positivo. Según Rivarola, cualquier programa para mejorar el sistema de transporte será aceptado por la gente solo una vez que esté en funcionamiento y vean sus beneficios. Mientras tanto, seguirá siendo un desafío encontrar la salida a este laberinto del transporte público.

 

Fuente: InfoNegocios