Foto; Reuters/Evelyn Hockstein
El Gobierno de los Estados Unidos, bajo la administración del presidente Donald Trump, resolvió eximir de los aranceles del 10 % a teléfonos inteligentes, computadoras, monitores y otros productos tecnológicos. La medida fue anunciada por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) este viernes por la noche y entra en vigencia para los productos que hayan sido importados o despachados desde sus países de origen desde el 5 de abril.
La decisión llega en medio de una escalada en la guerra comercial entre Estados Unidos y China, luego de que la Casa Blanca impusiera aranceles mínimos del 145 % a productos chinos. Las exenciones buscan mitigar el impacto económico en fabricantes estadounidenses, como Apple, que dependen de sus cadenas de producción en territorio chino.
Además de los teléfonos y ordenadores, los semiconductores también fueron excluidos del arancel base, lo que supone un alivio para la industria tecnológica global, duramente afectada por las tensiones entre las dos principales potencias económicas. Según la CBP, estas excepciones pretenden equilibrar la protección comercial con la estabilidad del mercado tecnológico.
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China, en respuesta, anunció un aumento de los aranceles sobre los productos estadounidenses, elevando las tasas del 84 % al 125 %, medida que fue confirmada por el Comité de Aranceles Aduaneros del Consejo de Estado. Las autoridades chinas argumentaron que las recientes decisiones de Washington violan los principios fundamentales del comercio internacional.
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Trump justificó la imposición de gravámenes elevados señalando el rol de China en el tráfico de insumos vinculados a la producción de fentanilo, una droga vinculada a una crisis de salud pública en su país. En paralelo, busca asegurar la competitividad de las empresas estadounidenses, aunque los efectos de esta política aún dividen opiniones.
La exención parcial representa un respiro temporal para los consumidores y fabricantes de productos electrónicos, en un contexto de incertidumbre comercial. Sin embargo, analistas advierten que la situación sigue siendo volátil y sujeta a decisiones políticas de ambos gobiernos.
Fuente: DW
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