Delincuentes sustrajeron importantes cantidades de alimentos destinados al programa Hambre Cero tras ingresar por la fuerza al Colegio Nacional San Agustín de Emboscada, Departamento de Cordillera. El hecho ocurrió el pasado miércoles cuando los malhechores abrieron un boquete en el techo del aula que funciona como comedor escolar.
Según informes preliminares, los presuntos ladrones accedieron al predio educativo desde el cementerio colindante con la institución. Una vez dentro, se dirigieron específicamente al espacio utilizado como comedor improvisado, debido a la carencia de infraestructura adecuada para este fin, y realizaron la sustracción de los alimentos.
La directora del colegio, Gladys Gómez, explicó que la institución contaba con sistema de videovigilancia, pero las cámaras habían sido hurtadas en un incidente anterior, lo que imposibilitó la captura de imágenes que pudieran identificar a los responsables. Esta situación refleja la vulnerabilidad en materia de seguridad que enfrenta el centro educativo.
El daño provocado afecta directamente a 407 estudiantes del tercer ciclo de la educación escolar básica, quienes reciben alimentación a través de este programa social. El inventario de lo sustraído incluye 38 kilos de carne vacuna, 28 kilos de carne de cerdo y aproximadamente 18 kilogramos de pollo. Además, se llevaron 45 kilos entre tomates, cebollas y locotes, 10 paquetes de arroz de un kilo cada uno y 10 latas de choclo.
Ante la repetición de estos incidentes, la directora Gómez manifestó que solicitará a los padres de familia la contratación de un sereno para vigilancia nocturna, ya que el Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) no contempla este rubro en su presupuesto. “Con la próxima entrega de la gratuidad estoy pensando en volver a invertir en cámaras de seguridad”, señaló la responsable de la institución.
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La Gobernación de Cordillera se comprometió a reponer los insumos robados para garantizar la alimentación de los estudiantes durante el resto de la semana, mitigando parcialmente el impacto inmediato del hurto. Sin embargo, esta solución temporal no resuelve el problema estructural de seguridad que enfrenta la institución.
Un detalle que llamó la atención de las autoridades escolares fue la selectividad de los delincuentes, quienes únicamente se llevaron alimentos, dejando intactos otros objetos de valor como básculas y una licuadora industrial.
Fuente: ABC Color