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Polémica por restauración del busto de Mangoré

La Comuna restauró el busto de Mangoré con resultados tan insólitos que los ciudadanos no pararon de bromear con su nueva apariencia.

Foto: Claudio Genes.

La Municipalidad de Asunción anunció con bombos y platillos la finalización de la restauración del busto de Agustín Pío Barrios «Nitsuga Mangoré», ubicado en el Parque Bernardino Caballero.

Lo que debía ser un homenaje digno al legendario guitarrista paraguayo terminó convirtiéndose en el hazmerreír de redes sociales cuando los asuncenos pudieron apreciar la «obra maestra» que ahora adorna el espacio público. El monumento, que se encontraba prácticamente destruido por el paso del tiempo, renació con una apariencia tan peculiar que hasta el propio Mangoré hubiese tocado su famosa pieza «Las Abejas» a toda velocidad para huir del lugar.

La nueva imagen del guitarrista paraguayo muestra unos pómulos tan pronunciados que parecería que Mangoré estuviera conteniendo aire en sus cachetes, o como señaló jocosamente un ciudadano, «chupó limón, parece», dijo un usuario en Instagram.

Las cejas levantadas dan la impresión de estar en un permanente estado de sorpresa, como si acabara de ver la factura de la restauración o estuviera contemplando su propia imagen renovada. Esta expresión facial tan particular ha dado pie a comentarios como «muchos hilos tensores» o «demasiado ácido hialurónico», convirtiendo al insigne músico paraguayo en el primer guitarrista clásico en someterse a un tratamiento estético post-mortem.

En la plataforma Instagram, los comentarios no se hicieron esperar y los ciudadanos dejaron volar su creatividad. «Ayunó» escribió un usuario, sugiriendo que el Mangoré restaurado parece haber seguido una estricta dieta de hambre, mientras que otro lo rebautizó como «Ñitsuga Ñangoré», en una clara referencia a la deformación que sufrió su rostro. El busto, que originalmente fue construido en cemento, ya presentaba un deterioro considerable antes de la intervención, pero pocos esperaban que el resultado final lo convertiría en una celebridad viral por razones tan alejadas de su virtuosismo musical.

Lo más preocupante es que este tipo de restauraciones fallidas parece haberse convertido en una tendencia mundial. Desde el famoso «Ecce Homo» de Borja en España (rebautizado como «Ecce Mono» tras su desastrosa restauración) hasta el Cristo de Santa Ana en Canadá, pasando por numerosas estatuas en diferentes países, las restauraciones desafortunadas han generado más risas que admiración. Mangoré, quien en vida fue apodado «el Paganini de la selva paraguaya» por su extraordinario talento, ahora podría ganarse el título de «el guitarrista que probó un limón mientras le hacían botox».

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La situación pone en evidencia las dudas sobre los criterios técnicos aplicados en la restauración de monumentos históricos y patrimonio cultural en Paraguay. ¿Acaso el restaurador confundió la foto de referencia? ¿Quizás interpretó que Mangoré era conocido por su expresión de perplejidad permanente? ¿O tal vez el cemento cobró vida propia y decidió expresarse artísticamente? Mientras tanto, el guitarrista que asombró al mundo con su técnica y sensibilidad musical ahora asombra a los paraguayos con sus pómulos exageradamente marcados y su expresión de quien acaba de morder un limón especialmente ácido.

La Comuna asuncena, por su parte, no ha emitido comentarios adicionales sobre la ola de reacciones que ha generado la restauración.

Fuente: ABC Color