El tricampeón de América sumó otra página vergonzosa a su historia continental tras ser humillado por Vélez Sarsfield en el Defensores del Chaco
Olimpia tocó fondo en la Copa Libertadores 2025. El equipo de Martín Palermo fue destrozado por Vélez Sarsfield, que lo goleó 4-0 en Asunción, dejando al gigante paraguayo hundido en el último lugar del Grupo H sin puntos. La crisis franjeada alcanza dimensiones alarmantes con un plantel descompuesto que ni siquiera muestra rebeldía ante la adversidad.
La noche en que Olimpia perdió el respeto continental
El Decano volvió a protagonizar un espectáculo bochornoso frente a su afición. Lejos quedaron aquellas noches de gloria donde el Rey de Copas imponía respeto en Sudamérica. Lo de ayer fue una caricatura de equipo, una vergüenza futbolística que recorrió los noticieros deportivos del continente como ejemplo de la decadencia de una institución histórica.
¡¡GRAN GOL DE ROMERO Y VÉLEZ 1-0 OLIMPIA EN PARAGUAY!!
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— SportsCenter (@SC_ESPN) April 9, 2025
El partido comenzó con un Olimpia impreciso pero voluntarioso. Sin embargo, ese espejismo duró apenas 25 minutos, hasta que Braian Romero cabeceó con libertad absoluta tras un centro de Elías Gómez para poner el 1-0. La defensa franjeada observó la jugada como simples espectadores, evidenciando el nulo compromiso defensivo que caracteriza a este equipo.
Un plantel sin alma ni rebeldía
La segunda mitad mostró la peor cara de este Olimpia descompuesto. Un penal infantil cometido por Javier Domínguez a los 49 minutos permitió a Romero ampliar la ventaja con un disparo potente que sepultó cualquier esperanza de reacción. El 2-0 fue un mazazo anímico para un equipo que se derrumbó como castillo de naipes.
Lo más preocupante no fue la derrota en sí, sino la forma. Ningún jugador mostró personalidad para tomar las riendas en el momento crítico. Mientras Maher Carrizo ampliaba la cuenta anotando el 3-0 con una definición entre las piernas de un Marino Arzamendia que parece más estatua que portero, la afición franjeada comenzaba a manifestar su indignación.
Junior Barreto se convirtió en el blanco principal de los abucheos, pero la humillación no terminó allí. El experimentado Darío Benedetto, al ser sustituido, tuvo el descaro de hacer un gesto de silencio hacia los hinchas de la Preferencia, una falta de respeto imperdonable hacia quienes pagan entrada para ver semejante desastre.
Para completar la noche negra, Francisco Pizzini anotó el 4-0 en tiempo de descuento, desatando la furia total en el Defensores del Chaco, donde miles de gargantas pidieron la cabeza de Palermo y la renuncia masiva de jugadores que no están a la altura del escudo que defienden.
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Con esta derrota catastrófica, el tricampeón de América queda en una situación desesperada en el Grupo H, superado incluso por el modesto San Antonio Bulo Bulo. La clasificación a octavos de final pende de un hilo tan fino como la paciencia de una hinchada que ya no tolera más humillaciones continentales.
Al Pipa Benedetto no lo bancan más ni sus compañeros pic.twitter.com/e1NhEy9e50
— En el VAR (@EnElVar) April 9, 2025
El problema de Olimpia va más allá de los resultados. Es una cuestión de actitud, de compromiso y de dignidad profesional. Este equipo no solo está perdiendo partidos, está perdiendo la identidad ganadora que durante décadas fue su sello distintivo en el continente.
Fuente: ABC Color