Policiales

Detienen por supuesta tortoleada al joven apretado por Inteligencia

La Policía detuvo a Hugo David Jacobo Platón, quien en enero fue víctima de un violento operativo de Inteligencia Policial grabado en video. Las circunstancias levantan sospechas de posibles represalias.

Hugo David Jacobo Platón, víctima de un apriete de tres agentes de la Dirección de Inteligencia Policial, pero ahora detenido como supuesto tortolero.

Un nuevo y polémico capítulo se abre en un caso de principios de año. Hugo David Jacobo Platón, de 34 años, quien en enero pasado fue víctima de un violento procedimiento policial frente a su vivienda, fue arrestado este domingo por agentes de la Dirección de Investigación de Hechos Punibles (DIHP) bajo cargos de hurto especialmente grave.

De víctima a sospechoso: Un giro inesperado en el caso

La detención se produjo en un hotel del microcentro de Asunción, en cumplimiento de una orden de captura emitida el 10 de febrero por la fiscala de San Lorenzo, Viviana Stella Duarte Bojanovich. Según las autoridades, Jacobo Platón estaría involucrado en un caso de tortoleada (atraco a vehículos estacionados) ocurrido el 5 de diciembre de 2024 en San Lorenzo.

El incidente que lo convirtió en sospechoso involucra el robo de una pistola Glock 17 calibre 9 milímetros perteneciente a la Policía Nacional, asignada al oficial inspector Santiago David Ibarra Cáceres, quien en aquel momento prestaba servicios en el departamento Antinarcóticos. La investigación, aparentemente apoyada por efectivos de la misma Dirección General de Inteligencia Policial (DGIP) cuyos agentes protagonizaron el incidente de enero, señaló como responsables a Jacobo Platón, a su hermano menor Abel Alejandro Jacobo Platón (actualmente con arresto domiciliario) y a Édgar Ramón Alvarenga Rotela, conocido tortolero con múltiples antecedentes, que permanece prófugo.

El oficial Ibarra, víctima del robo del arma, confirmó a medios locales que había conversado previamente con los hermanos Jacobo Platón, quienes supuestamente se comprometieron a devolverle el importe del arma sustraída, aunque posteriormente se habrían desentendido del acuerdo. Esta declaración agrega un elemento controversial al caso, ya que sugeriría un reconocimiento implícito de responsabilidad por parte de los acusados.

Sin embargo, la coincidencia temporal entre la denuncia por abuso policial presentada por Jacobo Platón en enero y su posterior detención por un delito presuntamente cometido en diciembre, ha despertado suspicacias sobre posibles motivaciones de represalia en el accionar policial.

El incidente de enero: Cuando las cámaras captaron todo

El caso que catapultó a Jacobo Platón a la atención pública ocurrió el 10 de enero de 2025, cuando él, junto a su mujer, su hijo y un sobrino, fueron interceptados violentamente por tres policías de la Dirección General de Inteligencia Policial al llegar a su domicilio ubicado en la calle Nuestra Señora de la Asunción del barrio Obrero de Asunción.

El procedimiento, calificado como irregular desde el primer momento, fue captado íntegramente por cámaras de seguridad. Las imágenes se viralizaron rápidamente en redes sociales, generando indignación ciudadana al mostrar a los efectivos policiales aparentemente en estado de ebriedad, vestidos con shorts y camisetas de fútbol, realizando un operativo sin identificación oficial ni orden judicial.

Los agentes identificados como responsables del abuso fueron el oficial primero Juan David Ginés Rodas, el suboficial inspector Derlis Joel Torres Cardozo y el suboficial ayudante Alexander Javier Benítez Galeano, quienes posteriormente fueron imputados por coacción grave por la fiscala capitalina Fátima Marielena Girala López. Según trascendidos, estos policías procesados habrían ofrecido a Jacobo Platón un acuerdo económico para que retirase la denuncia, propuesta que habría sido rechazada por la víctima.

Este caso, que avanza lentamente en la justicia, podría estar conectado de manera preocupante con la reciente detención, alimentando especulaciones sobre un posible entramado de venganza institucional.

La familia en la mira: Detenciones con procedimientos cuestionables

El hermano menor de Hugo David, Abel Alejandro Jacobo Platón, también se encuentra implicado en la causa y actualmente cumple arresto domiciliario. Su detención, ocurrida el 11 de marzo pasado, estuvo rodeada de circunstancias igualmente cuestionables cuando fue interceptado en la calle Lillo del barrio Villa Morra de Asunción mientras conducía su automóvil acompañado de su pareja.

Lo más controvertido de esta detención es que fue ejecutada por dos policías de civil que no tenían vinculación formal con la investigación: el suboficial inspector Cristhian David Grance Peña, entonces asignado a la comisaría 24ª del barrio Santa Ana de Asunción, y el suboficial ayudante Celso Ariel Agüero Pereira, quien en ese momento prestaba servicios en la Agrupación Montada de Luque.

El propio director de Policía de Asunción, comisario general inspector Juan Ramón Agüero Ríos, cuestionó públicamente este procedimiento, calificándolo como irregular. Además, reveló que el suboficial Grance es un agente con frondosos antecedentes, mientras que el suboficial Agüero ya había sido capturado anteriormente en Luque como supuesto tortolero, lo que añade más dudas sobre la legitimidad de estas intervenciones.

Esta cadena de irregularidades procedimentales plantea interrogantes sobre si los hermanos Jacobo Platón son efectivamente culpables de los delitos que se les imputan, o si las detenciones responden a una campaña de represalias por haber denunciado públicamente a miembros de la fuerza policial.

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La fiscala Viviana Duarte ahora enfrenta el desafío de determinar si los hermanos Jacobo Platón son realmente responsables de los delitos de tortoleada como sostiene la Policía Nacional, o si existe un trasfondo más oscuro en este caso que podría revelar prácticas de persecución hacia ciudadanos que denuncian abusos policiales.

Fuente: ABC Color