Durante la Semana Santa, el consumo de alimentos tradicionales paraguayos se incrementa considerablemente. Platos como la chipa, la sopa paraguaya, el mbeju y la chipa guasu forman parte esencial de estas fechas, aunque suelen ser ricos en grasas y carbohidratos. Frente a este escenario, la nutricionista Ángeles Barboza brindó recomendaciones prácticas para disfrutar de estas comidas típicas sin comprometer la salud.
Una de las principales sugerencias de la especialista es optar por grasa de cerdo en lugar de aceites vegetales procesados en la preparación de platos como la chipa y la sopa paraguaya. Según explicó, la grasa animal, al ser un producto menos industrializado, resulta más saludable desde el punto de vista nutricional. Esta propuesta va contra la creencia común de que los aceites vegetales son siempre la opción más sana.
¡Cuidado con la alimentación en Semana Santa!
La Lic. Ángeles Barboza, nutricionista, comentó a #Ñanduti algunas recomendaciones para tener en cuenta durante esta semana que muchas veces se caracteriza por excesos alimenticios.
️ «Hay que disfrutar de la semana santa pero… pic.twitter.com/N17CsOsBMF
— Radio Ñandutí (@nanduti) April 6, 2025
El eje de las recomendaciones es la moderación. El exceso en la ingesta de alimentos ricos en almidón y grasas puede provocar un aumento en los niveles de triglicéridos. Por ello, Barboza insta a compensar estos excesos con actividad física durante los días feriados. Incorporar caminatas o ejercicios livianos puede marcar una diferencia importante en el balance calórico.
Otro aspecto fundamental es la hidratación. Se recomienda consumir entre seis y ocho vasos de agua potable al día y reducir el consumo de bebidas azucaradas, que no aportan valor nutricional y aumentan el riesgo de desbalances calóricos. Este punto cobra relevancia considerando que las comidas típicas suelen ir acompañadas de gaseosas u otras bebidas con alto contenido de azúcar.
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Respecto al consumo de carne, tradicionalmente retomado después del Viernes Santo, la recomendación es adquirir productos frescos y consumir porciones moderadas. Esto ayuda a prevenir problemas digestivos y cardiovasculares, sin eliminar una costumbre muy arraigada en la cultura local. La nutricionista sostiene que no se trata de evitar estos alimentos, sino de adaptarlos a una dieta equilibrada.
Finalmente, los postres como la rosca de pascua o los huevos de chocolate deben consumirse con precaución. Barboza recomienda preferir las versiones caseras, reducir las porciones y evitar los excesos, especialmente en personas con condiciones metabólicas preexistentes. El objetivo, señala, es mantener las tradiciones gastronómicas vivas, pero sin dejar de cuidar el bienestar físico.
Fuente: La Nación