Una historia inspiradora de emprendimiento femenino está transformando la industria metalúrgica en Paraguay. Yannina Barboza, actual responsable de Metalúrgica Oddone, ha logrado posicionarse en un sector tradicionalmente dominado por hombres, demostrando que la pasión, el conocimiento técnico y la determinación no tienen género.
Con apenas 18 años y enfrentando dificultades económicas familiares, Yannina inició su trayectoria profesional de manera inesperada cuando su abuelo paterno le propuso unirse al taller metalúrgico familiar. “Comencé como ayudante de herrero. Pasar el martillo, pintar, luego ya comencé a soldar y montar”, relata la joven emprendedora, quien complementó su formación práctica con estudios formales, al graduarse con una Tecnicatura en mantenimiento industrial del Colegio Técnico Nacional.
Lo que comenzó como una necesidad económica pronto se transformó en pasión y proyecto de vida. Años después, cuando su abuelo no pudo continuar al frente del negocio, le confió la dirección del taller a Yannina y a un primo, reconociendo en ella no solo el talento técnico sino también las habilidades empresariales necesarias para hacer crecer el emprendimiento familiar.
Desde entonces, Metalúrgica Oddone ha experimentado una notable expansión bajo el liderazgo compartido de Yannina. “Nos abrimos a nuevos clientes y así llegamos a donde estamos ahora”, explica con orgullo la empresaria, quien ha sabido diversificar los servicios del taller para adaptarse a las demandas del mercado actual.
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Ubicada estratégicamente en San Lorenzo, sobre la calle Andrés Dearain y Aldrin, Metalúrgica Oddone ofrece actualmente una amplia gama de productos y servicios. La empresa se especializa en la fabricación de portones, rejas, puertas peatonales, balizas y topes de seguridad, complementando su oferta con servicios de mantenimiento y colocación de aires acondicionados, una diversificación que refleja la visión empresarial de su joven directora.
La historia de Yannina Barboza representa un inspirador ejemplo de cómo el talento y la perseverancia pueden derribar barreras en industrias tradicionalmente dominadas por un solo género. Su trayectoria no solo contribuye al desarrollo económico local, sino que también abre caminos para otras mujeres interesadas en formarse y trabajar en oficios técnicos e industriales, demostrando que el emprendimiento familiar puede transformarse en plataforma de innovación y cambio social.
Fuente: RDN
