Val Kilmer, una de las figuras más emblemáticas de Hollywood durante las décadas de 1980 y 1990, falleció este martes en Los Ángeles a los 65 años, a causa de complicaciones derivadas de una neumonía. La noticia fue confirmada por su hija, Mercedes Kilmer, a medios estadounidenses. El actor había superado un cáncer de garganta diagnosticado en 2014, aunque una traqueotomía afectó profundamente su voz y limitó su presencia en la pantalla en sus últimos años.
Pese a las secuelas, Kilmer regresó al cine en 2022 con una emotiva aparición como el piloto Iceman en Top Gun: Maverick, retomando el papel que lo catapultó a la fama internacional en 1986 junto a Tom Cruise.
Emotiva entrevista que ofreció Kilmer cuando comenzó a perder la voz y ningún estudio le contrataba.
Hasta siempre al gran Nick Rivers, al mítico Madmartigan, al arrogante Iceman…
Como diría su Jim Morrison, «This is the end, beautiful friend»VAL KILMER (1959-2025) pic.twitter.com/z8wRuL3IbR
— Doctor Frusna (@doctorfrusna) April 2, 2025
Nacido el 31 de diciembre de 1959 en Los Ángeles, Val Edward Kilmer creció en una familia de clase media y fue educado en la Ciencia Cristiana, creencia que sostuvo durante toda su vida. A los 17 años, se convirtió en el alumno más joven admitido en la prestigiosa Juilliard School de Nueva York. Inició su carrera con comedias como Top Secret! (1984) y Real Genius (1985), antes de consolidarse como estrella con Top Gun.
El crítico Roger Ebert lo definió alguna vez como “el actor más anónimo de su generación”, en referencia a su notable capacidad de transformación. Ese talento se evidenció especialmente en The Doors (1991), donde interpretó al mítico Jim Morrison. Para ese papel, Kilmer bajó de peso, memorizó más de 50 canciones y perfeccionó cada gesto del vocalista, al punto de que los propios miembros de la banda dijeron no distinguir su voz de la original.
Kilmer también brilló en Tombstone, Heat y en 1995, asumió el rol de Batman en Batman Forever. Sin embargo, su trabajo en esta cinta alimentó su fama de conflictivo. Tuvo desacuerdos con el director Joel Schumacher y fue reemplazado en la secuela. El director John Frankenheimer, con quien trabajó en The Island of Dr. Moreau, llegó a declarar que nunca volvería a trabajar con él. Kilmer, por su parte, se defendió en 2003 diciendo: “Soy desafiante, no exigente, y no me disculpo por eso”.
En 2021 presentó Val, un documental íntimo basado en grabaciones personales de más de 40 años, donde repasó su carrera, sus conflictos y el impacto del cáncer en su vida. La cinta, estrenada en Cannes, mostró su lado más humano y fue aclamada por su honestidad.
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Tras conocerse su fallecimiento, colegas como Josh Brolin lo homenajearon. “Eras una chispa explosiva: inteligente, desafiante, valiente y tremendamente creativo. Ya no quedan muchas personas así”, escribió en Instagram.
A pesar de su reputación compleja, Val Kilmer será recordado como un actor de talento inusual y entrega total. Alejado del estrellato superficial, prefería la vida tranquila en su rancho de Nuevo México junto a sus hijos, fruto de su matrimonio con la actriz Joanne Whalley. “Nunca cultivé la fama ni una imagen, salvo quizá el deseo de ser considerado un actor”, expresó alguna vez. Ese deseo se cumplió con creces.
Fuente: BBC
