Alumnos con TEA estudian en precarias condiciones en escuela del MEC

El 2 de abril, fecha establecida por la ONU como el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, encuentra al Centro N°15 de Educación Primaria y Pre Escolar (CEPPE) de Asunción en condiciones precarias. Esta institución, reconocida por su enfoque inclusivo al contar con alumnos con Trastorno del Espectro Autista (TEA) en todas sus aulas, sufre el flagrante abandono por parte del Ministerio de Educación y Ciencias. La situación se agrava por problemas estructurales como goteras que inundan la biblioteca, escaleras y salas de clase, evidenciando la falta de mantenimiento e inversión en infraestructura.

La directora Silvia Vázquez destaca que muchos estudiantes con TEA cruzan dos ciudades para acceder a este centro educativo inclusivo. Sin embargo, la institución carece de instalaciones básicas como un patio techado o tinglado, exponiendo a los alumnos a condiciones climáticas adversas. Durante las precipitaciones, los estudiantes deben permanecer en corredores desprotegidos, lo que dificulta su desarrollo educativo tanto en días lluviosos como en jornadas de intenso calor, situación que vulnera el derecho a una educación de calidad que el Estado paraguayo debería garantizar.

Las deficiencias se extienden también al ámbito pedagógico, ya que el centro no cuenta con profesores especializados en áreas fundamentales para el desarrollo integral de los niños con TEA, como artes plásticas, educación física y danza. Estas disciplinas resultan esenciales para generar mejores condiciones de inclusión, permitiendo que los estudiantes desarrollen habilidades socioemocionales y motrices. La ausencia de estos profesionales refleja el descuido sistemático hacia la educación inclusiva, contrastando con los compromisos internacionales asumidos por Paraguay en materia de derechos educativos para personas con discapacidad.

Infraestructura recreativa abandonada

La infraestructura recreativa del centro evidencia igual abandono, con un parque infantil en estado deplorable, juegos herrumbrados y deteriorados que representan un riesgo para la seguridad de los estudiantes. Esta situación resulta particularmente preocupante considerando que el espacio de juego constituye un elemento fundamental en el desarrollo de habilidades sociales y emocionales en niños con TEA. A pesar de una visita realizada en noviembre de 2023 por la primera dama Leticia Ocampos, quien prometió renovar estas instalaciones, los compromisos quedaron incumplidos, sumándose a la larga lista de promesas gubernamentales sin concreción.

El abandono del CEPPE contrasta marcadamente con las declaraciones del ministro de Educación, Luis Ramírez, quien se prepara para viajar a Alemania para exponer supuestos avances en materia de inclusión educativa. Mientras el funcionario afirma que Paraguay es observado internacionalmente por sus políticas inclusivas, la realidad de centros como el CEPPE desmiente categóricamente este discurso oficial. Más aún, estas instituciones inclusivas habían quedado inicialmente excluidas del programa Hambre Cero por no figurar en el Registro Único del Estudiante, siendo incorporadas solo después de protestas públicas.

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La situación del CEPPE ilustra la profunda brecha entre los compromisos internacionales asumidos por Paraguay y la realidad cotidiana de las escuelas inclusivas. Mientras la ONU promueve la plena realización de los derechos humanos y libertades fundamentales de las personas autistas, garantizando su participación igualitaria en la sociedad, el sistema educativo paraguayo mantiene condiciones que obstaculizan estos objetivos.

En el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, esta realidad evidencia que la inclusión efectiva requiere no solo declaraciones y conmemoraciones, sino inversiones concretas y sostenidas en infraestructura, recursos humanos y programas especializados que permitan a los estudiantes con TEA desarrollarse plenamente.

Fuente: ABC Color

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