Devastador terremoto en Myanmar deja cientos de muertos y caos

Un potente terremoto de magnitud 7,7 sacudió este viernes el centro de Myanmar (anteriormente Birmania), desencadenando una catástrofe de proporciones alarmantes que ha dejado un rastro de destrucción masiva. El sismo, cuyo epicentro se localizó a 16 kilómetros al noroeste de Sagaing, a una profundidad de 10 kilómetros, ha provocado el colapso de infraestructuras vitales y se teme que el número de víctimas ascienda a varios centenares.

El fenómeno sísmico, que se registró a las 12:50 horas locales según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), se sintió con fuerza en países vecinos, alcanzando el sur de China, India y causando graves daños en Tailandia, donde un edificio en construcción se derrumbó en Bangkok, dejando decenas de trabajadores atrapados bajo los escombros.

Aunque las autoridades han confirmado oficialmente solo una veintena de fallecidos hasta el momento, los equipos de rescate advierten que la cifra real podría ser mucho mayor. Un médico del hospital general de Naipyidó declaró que unas 20 personas murieron tras llegar a nuestro hospital, mientras que un rescatista con base en Mandalay afirmó a la BBC que los daños son enormesy que el número de muertos también es bastante elevado.

La magnitud de la destrucción ha complicado severamente las labores de rescate. Marie Manrique, coordinadora de la Federación Internacional de la Cruz Roja (FICR), destacó que no solo hay edificios con grietas y fisuras, sino que numerosas edificaciones y estructuras públicas se han derrumbado, incluyendo carreteras y puentes cruciales para las comunicaciones.

Infraestructura colapsada y riesgos adicionales

Uno de los mayores desafíos logísticos es el colapso del puente principal que conecta Mandalay con Sagain, la localidad más próxima al epicentro, lo que dificulta enormemente el acceso de los equipos de emergencia a las zonas más afectadas. Esta situación agrava la ya precaria condición de miles de personas atrapadas entre los escombros o aisladas en poblaciones remotas.

A esta crisis se suma la preocupación por una presa de gran tamaño que está siendo monitoreada para evaluar su estado. Las autoridades temen que pueda ceder ante los daños estructurales causados por el terremoto, lo que desencadenaría una catástrofe aún mayor en las zonas circundantes.

La situación política de Myanmar complica enormemente la respuesta a la emergencia. El país se encuentra sumido en un grave conflicto entre el régimen militar que tomó el poder mediante un golpe de Estado en 2021 y una alianza rebelde fragmentada. Desde entonces, el gobierno ha restringido severamente el acceso a la información, bloqueando redes sociales y sitios web, lo que dificulta obtener datos precisos sobre la magnitud real del desastre.

Crisis paralela en Tailandia y respuesta de emergencia

El terremoto también ha provocado una situación crítica en Tailandia, donde un edificio en construcción se desplomó en Bangkok, a más de 600 kilómetros del epicentro. Las imágenes del colapso, captadas en video, muestran el edificio de varias plantas derrumbándose en medio de una nube de polvo, generando escenas de pánico entre la población.

Según las autoridades tailandesas, 320 personas se encontraban dentro de la obra cuando colapsó, y al menos 20 trabajadores quedaron atrapados en el hueco de un ascensor. El gobernador de Bangkok, Chadchart Sittipunt, ha confirmado tres fallecidos hasta el momento, mientras que las labores de rescate continúan en medio de enormes dificultades.

El terremoto dejo en Naypyidaw grietas y fisuras. Foto: EFE

La primera ministra Paetongtarn Shinawatra ha declarado el estado de emergencia en la capital tailandesa, donde se evacuaron numerosos edificios residenciales y oficinas. Las líneas de metro y tren quedaron temporalmente suspendidas, mientras el Departamento Meteorológico advirtió sobre posibles réplicas, recomendando a la población permanecer al aire libre.

El pánico se apoderó de las calles de Bangkok, donde millones de personas abandonaron los edificios y hoteles buscando refugio en espacios abiertos. La preocupación es especialmente alta en esta metrópolis de más de 17 millones de habitantes, muchos de los cuales residen en edificios de gran altura.

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Myanmar se encuentra en una zona de alta actividad tectónica debido a la presión entre la placa del subcontinente indio y la euroasiática. Sin embargo, el sismo de este viernes es uno de los más fuertes registrados en los últimos años, superando incluso al terremoto de magnitud 6,8 que sacudió el país en agosto de 2016.

Mientras las operaciones de rescate continúan, la comunidad internacional comienza a movilizarse para brindar asistencia humanitaria. No obstante, el complejo panorama político de Myanmar plantea serios obstáculos para la llegada efectiva de ayuda a las zonas más afectadas, agravando la ya desesperada situación de miles de personas que han perdido sus hogares, seres queridos y medios de subsistencia en esta catástrofe natural.

Fuente: Clarín