Curiosity halló moléculas orgánicas de 10 a 12 carbonos en una roca marciana perforada en 2013 en el cráter Gale un antiguo lecho lacustre (NASA)
Tras una década de investigaciones, la NASA confirmó el hallazgo de tres moléculas orgánicas de cadena larga en una muestra marciana recolectada por el rover Curiosity. Este descubrimiento, realizado en una roca del cráter Gale, reaviva la hipótesis de que Marte pudo haber albergado formas de vida en su pasado remoto.
Las moléculas identificadas, conocidas como decano, undecano y dodecano, están compuestas por átomos de carbono e hidrógeno. En la Tierra, estos compuestos se asocian comúnmente a procesos biológicos. Aunque su origen en Marte no ha sido determinado con certeza, su presencia representa un avance significativo en la búsqueda de biofirmas en el planeta rojo.
El hallazgo fue posible gracias a la reevaluación de la muestra Cumberland, perforada en 2013 en la región de Bahía Yellowknife, una zona que hace 3.700 millones de años habría sido un lecho lacustre. Los compuestos fueron detectados al recalentar la muestra en el laboratorio SAM, a bordo de Curiosity, y analizar los gases emitidos.
A pesar de las limitaciones del instrumental marciano, la resistencia de estas moléculas a las duras condiciones del entorno —radiación ultravioleta y oxidación— sugiere que compuestos aún más complejos podrían conservarse en otras áreas del planeta.
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Aunque aún no se puede afirmar que estas moléculas sean producto de actividad biológica, su complejidad y conservación las convierten en una pista valiosa. Según el equipo liderado por la científica Caroline Freissinet, el análisis de la segunda mitad de la muestra podría aportar más indicios.
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Con el rover Perseverance actualmente recolectando muestras para su futuro traslado a la Tierra, la expectativa científica aumenta. En laboratorios terrestres será posible aplicar métodos más precisos para confirmar o descartar la presencia de biofirmas.
Mientras tanto, la roca perforada hace más de una década sigue ofreciendo respuestas. La NASA avanza en un camino prometedor para resolver uno de los mayores enigmas de la exploración espacial: si Marte, alguna vez, fue un planeta vivo.
Fuente: Infobae
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