La dirigencia del Partido Colorado atraviesa un momento de tensión con el presidente Santiago Peña, evidenciado por las críticas abiertas del líder de la Asociación Nacional Republicana (ANR), Horacio Cartes.
A pesar de los intentos del secretario general Eduardo González por reducir la magnitud de la crisis, dirigentes de todos los niveles partidarios mantienen su malestar y consideran la posibilidad de conformar equipos fuertes para las próximas elecciones municipales como forma de respuesta ante lo que consideran un distanciamiento del mandatario con las bases coloradas.
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El descontento se concentra principalmente en la permanencia de dos ministras que la dirigencia solicita remover: Claudia Centurión de Obras Públicas y María Teresa Barán de Salud.
La negativa del presidente para atender estos reclamos ha intensificado el malestar entre las bases, que no descartan cobrar facturas políticas en los comicios de 2026, considerados una prueba crucial antes de las elecciones generales previstas para 2028. Esta situación refleja una creciente fractura dentro del partido oficialista, donde las tensiones entre el Ejecutivo y la estructura partidaria se profundizan a pesar de los esfuerzos para proyectar unidad.
En un intento por minimizar la crisis, González declaró a medios locales que «el presidente Peña tiene pleno respaldo del partido, que no es poca cosa. El objetivo tiene que ser hacer un buen gobierno». El secretario general calificó la administración actual como «el mejor gobierno de la historia» por contar con mayoría absoluta en ambas cámaras del Congreso. Sin embargo, fuentes legislativas contradicen esta versión optimista y confirman que gran parte del problema radica precisamente en la deteriorada relación entre la Presidencia y el Poder Legislativo, donde incluso legisladores cartistas comparten el malestar expresado por Cartes.
Un senador del sector cartista reveló a medios de prensa que «las declaraciones del secretario de la ANR capaz buscan bajar los decibeles, no es tanto como dice. Hay mucha molestia en las bases, muchos están considerando la idea de armar equipos para las municipales y devolver favores porque hasta el momento el presidente no escucha los reclamos».
Este testimonio confirma que las conversaciones con el sector de Mario Abdo, ex presidente y adversario interno de Cartes, son cada vez más frecuentes, lo que sugiere una reconfiguración de alianzas dentro del partido gobernante.
El panorama para las próximas elecciones municipales se presenta complejo, con señales claras de que ya no se aceptará la imposición de candidaturas desde la cúpula partidaria. Si la dirigencia de la ANR insiste en esta postura, múltiples referentes podrían pasar a la disidencia como forma de presionar a Peña y su entorno cercano, quienes según las críticas internas actúan de manera autónoma sin considerar las demandas de las bases.
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Este escenario convierte a las internas coloradas para las municipales en la primera prueba crucial para el presidente, donde los dirigentes pretenden hacer valer su descontento y demostrar capacidad para consolidar equipos propios con miras a las elecciones generales de 2028.
Otros factores que intensifican el malestar en el comando cartista incluyen denuncias sobre presuntas irregularidades en procesos de contratación pública, como el caso de los pupitres adquiridos a través de Itaipú por un monto de 35 millones de dólares, además de la resistencia presidencial para realizar cambios en el gabinete.
Fuente: LPO
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