El Día Mundial de los Bosques, conmemorado cada 21 de marzo, invita a reflexionar sobre la situación forestal en Paraguay, donde según los datos más recientes del Instituto Forestal Nacional (Infona) correspondientes al año 2022, el país mantiene un 44,3% de su territorio con cobertura boscosa, equivalente a 17,7 millones de hectáreas. De esta superficie total, 14,6 millones de hectáreas corresponden a bosques nativos, más de 204.000 hectáreas a plantaciones forestales y 2,8 millones de hectáreas a palmares. Esta información, disponible a través del visor lanzado por el Infona el año pasado, permite conocer con mayor precisión la distribución de los recursos forestales en el territorio nacional, datos que anteriormente no estaban condensados en un espacio de acceso público.
La distribución geográfica de los bosques en Paraguay presenta marcados contrastes entre regiones. Los departamentos con mayor cobertura boscosa se concentran en la Región Occidental o Chaco: Alto Paraguay, Presidente Hayes y Boquerón, que mantienen extensas superficies de bosque xerofítico chaqueño. En contraposición, los departamentos con menor presencia forestal son Central, Cordillera y Misiones, ubicados en la Región Oriental, donde históricamente se ha concentrado la mayor densidad poblacional y actividad agrícola del país. Un dato particular revela que la capital, Asunción, conservaba hasta 2022 aproximadamente 362 hectáreas de bosques, aunque esta cifra probablemente haya disminuido debido a los importantes desmontes registrados en años recientes para desarrollos urbanos.
El cambio de uso de suelo constituye la principal amenaza para los bosques paraguayos. Durante el período 2020-2022, se transformaron 412.428 hectáreas de bosque nativo, 9.760 hectáreas de palmares y se cosecharon 9.108 hectáreas de plantaciones forestales en todo el territorio nacional. En la Región Occidental, el cambio de uso afectó a 361.928 hectáreas de bosque nativo, de las cuales el 77,9% correspondieron a planes aprobados por el Infona, principalmente para la expansión ganadera. Por su parte, la Región Oriental registró la transformación de 50.499 hectáreas de bosque nativo, 1.118 hectáreas de palmares y la cosecha de 9.108 hectáreas de plantaciones forestales en el mismo período, evidenciando un ritmo de transformación que, aunque menor al chaqueño, sigue siendo significativo en una región con menor superficie boscosa total.
Las causas del cambio de uso de suelo varían según la región y el tamaño de las propiedades. En la Región Oriental, el 79% de las transformaciones (39.892 hectáreas) ocurrieron en unidades de terreno menores a 20 hectáreas, relacionadas principalmente con pequeñas unidades productivas, cultivos de subsistencia, expansión de áreas de ocupación o invasión, y desarrollo de asentamientos humanos e infraestructura. El 21% restante (10.607 hectáreas) corresponde a superficies mayores, vinculadas a la expansión agrícola-ganadera empresarial. En contraste, los departamentos chaqueños registraron las mayores superficies transformadas entre 2021 y 2022: Boquerón con 90.116 hectáreas, Alto Paraguay con 78.029 hectáreas y Presidente Hayes con 28.109 hectáreas, mientras que en la región Oriental los más afectados fueron Canindeyú (6.108 hectáreas), San Pedro (5.910 hectáreas) y Concepción (5.552 hectáreas).
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Un factor preocupante que afecta a la conservación forestal en Paraguay es el cultivo ilícito de marihuana. Según el Infona, entre el 15% y 20% del cambio de uso de suelo en la Región Oriental se destina a plantaciones ilícitas, fenómeno que se ha detectado en nueve departamentos del territorio nacional. Más alarmante aún es que el 25,7% de estos cultivos se establecen dentro de áreas silvestres protegidas, comprometiendo ecosistemas bajo régimen especial de conservación. Actualmente, 2,4 millones de hectáreas de bosques paraguayos (aproximadamente el 15% del territorio nacional) están protegidas por ley a través del Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas, aunque la efectividad de esta protección varía considerablemente entre las diferentes unidades de conservación.
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La Ley de “Deforestación Cero”, que prohíbe la transformación de bosques en la Región Oriental y que ha sido prorrogada hasta 2030, ha tenido resultados mixtos. Según el Infona, desde diciembre de 2004 hasta 2022, el 94,5% de la soja sembrada en la región Oriental es “libre de deforestación”, lo que indicaría un alto nivel de cumplimiento normativo. Sin embargo, la percepción en las comunidades rurales difiere de estas estadísticas oficiales, pues muchos productores campesinos afirman que continúa el desmonte y el desplazamiento de comunidades por el avance de productores a gran escala, particularmente extranjeros. Esta discrepancia entre los datos oficiales y la experiencia en terreno plantea interrogantes sobre los mecanismos de monitoreo y la definición operativa de “bosque” utilizada en las estadísticas, que considera como tal a superficies de al menos dos hectáreas con 50% de cobertura arbórea y 60 árboles por hectárea.
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