Un insólito incidente ocurrido en una de las principales avenidas de Asunción quedó registrado en video, exponiendo una vez más el alarmante estado del transporte público paraguayo.
Una pasajera captó el momento exacto en que un chofer de la empresa El Bus S.A., que opera la Línea 35B, se vio obligado a descender de su unidad en plena avenida Aviadores del Chaco casi Santa Teresa para recoger la puerta trasera del vehículo, que se desprendió mientras el colectivo aparentemente se encontraba en movimiento.
El video, que rápidamente se viralizó en redes sociales, fue acompañado con el audio «No es París, no es Francia, es Paraguay», una frase que se ha convertido en el sello distintivo para señalar situaciones inverosímiles que solo ocurren en el país.
▶️¿EN QUÉ PARTE DE FRANCIA PASÓ? |
«Puerta salió del grupo».
El conductor de un colectivo se bajó a buscar la puerta trasera del micro que se cayó por el camino.
Los pasajeros de la Línea 35 se quedaron a mirar como su chofer se iba a traer el objeto.
— DELPY (@delpynews) March 20, 2025
Las imágenes muestran con crudeza la secuencia completa: el conductor detiene el colectivo, desciende, recoge la pieza caída, la sube nuevamente al vehículo y continúa el trayecto.
No se reportó si el chofer tomó la decisión de suspender el recorrido por razones de seguridad o si, como ocurre frecuentemente, continuó el servicio a pesar del evidente riesgo para los pasajeros. Esta situación refleja no solo el deterioro físico de las unidades sino también la normalización de condiciones de transporte que en cualquier país con regulaciones efectivas resultarían inadmisibles.
Los usuarios habituales del sistema comparten con frecuencia videos similares en plataformas digitales, donde se observan colectivos operando sin puertas funcionales, con ventanas ausentes, asientos deteriorados e incluso con secciones del piso perforadas que exponen el pavimento bajo el vehículo.
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La problemática evidencia falencias estructurales en el sistema de fiscalización y control del transporte público paraguayo. Las normativas vigentes establecen condiciones mínimas que deben cumplir las unidades para circular, incluyendo aspectos mecánicos y de carrocería que garanticen la seguridad de los usuarios.
Sin embargo, la presencia masiva de estos «buses chatarra» en las calles demuestra la ineficiencia o la complicidad de los organismos encargados de realizar las verificaciones técnicas periódicas, permitiendo que vehículos en estado crítico continúen prestando servicios comerciales a la población.
Fuente: ABC Color
