La exportación real de energía eléctrica del Paraguay experimentó una caída del 14% durante 2024 en comparación con el año anterior, según datos publicados por el Viceministerio de Minas y Energía. Las cifras revelan que la Administración Nacional de Electricidad (ANDE) exportó 97.957 MWh al sistema argentino entre enero y diciembre del año pasado, mientras que en 2023 había suministrado 113.992 MWh, lo que representa una disminución de 16.035 MWh. Estas ventas a precio de mercado contrastan significativamente con la energía cedida a través de los acuerdos binacionales de Itaipú y Yacyretá, resaltando las particularidades del modelo energético paraguayo.
El balance energético nacional de 2024 muestra que la central hidroeléctrica de Acaray, única de propiedad exclusivamente paraguaya, entregó al mercado nacional 767.314 MWh, cifra inferior a los 794.823 MWh generados en 2023. La participación de esta central en la atención del consumo total representó apenas el 2,92% de la demanda energética del país. Mientras tanto, la demanda eléctrica nacional alcanzó los 26.258.514 MWh en 2024, un aumento considerable respecto a los 22.194.829 MWh registrados en 2023. Este incremento fue cubierto principalmente por Itaipú, que aportó el 77,63% del consumo, y Yacyretá, que contribuyó con el 19,45%.
Un dato revelador es que la exportación real, aquella que se comercializa a precios de mercado, significó apenas el 0,4% del consumo nacional o, visto desde otra perspectiva, el 13% de la cantidad que Acaray suministró al mercado paraguayo durante 2024. Esta proporción evidencia la paradójica situación de un país con enorme capacidad de generación hidroeléctrica, pero con limitada capacidad de monetización de sus excedentes energéticos en mercados internacionales bajo condiciones comerciales ventajosas.
En cuanto a la cesión de energía en las binacionales, el panorama resulta contrastante. En Itaipú, esta cesión alcanzó los 13.161.000 MWh durante 2024, equivalente al 50% del total que demandó el mercado eléctrico paraguayo en ese periodo. Es importante señalar que la producción total de la central paraguayo-brasileña se redujo significativamente debido a la severa sequía que afectó a la región, generando 67.088.000 MWh en 2024 frente a los 83.437.000 MWh del año anterior. Este descenso productivo afectó la disponibilidad de energía tanto para uso local como para cesión al socio brasileño.
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Por su parte, Yacyretá también experimentó una disminución en su producción, pasando de 19.918.000 MWh en 2023 a 16.071.000 MWh en 2024. Sin embargo, un dato llamativo es el notable incremento en la tasa de utilización de su energía en el sistema nacional paraguayo, que alcanzó un histórico 32%. Según fuentes consultadas, este aumento responde más a decisiones políticas que a criterios técnicos. La ANDE retiró 5.107.000 MWh de Yacyretá en 2024, un incremento sustancial comparado con los 1.884.000 MWh de 2023. No obstante, estas mismas fuentes sugieren que en 2025 la situación podría revertirse a los niveles habituales, con tasas de utilización inferiores al 10% de la producción total de la central.
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El aspecto más destacable de este peculiar modelo energético paraguayo radica en las diferencias de precios. Mientras Paraguay cedió al sistema argentino aproximadamente 2.928.500 MWh en 2024 —casi treinta veces más que la energía que vendió ANDE a Argentina a precios de mercado—, la disparidad en la valoración económica resulta aún más significativa. Según confirmaciones del presidente de la ANDE, Ing. Félix Sosa, el precio de la energía comercializada con Argentina ronda los USD 100/MWh, mientras que el valor unitario de compensación por la cesión en Itaipú apenas alcanza los USD 10/MWh. Esta desproporción de diez a uno en los precios explica claramente por qué los socios de Paraguay en ambas binacionales prefieren el mecanismo de cesión sobre las transacciones comerciales regidas por precios de mercado.
Fuente: ABC Color
