El cambio climático representa un desafío global significativo, afectando múltiples sectores, incluida la educación. Según el informe del Banco Mundial “Choosing Our Future: Education for Climate Action”, la educación puede desempeñar un papel clave en la mitigación y adaptación a estos efectos. Sin embargo, también se advierte que los sistemas educativos están expuestos a los riesgos del cambio climático, lo que puede profundizar las desigualdades existentes, especialmente en países en desarrollo.
La educación como herramienta de acción climática
El informe destaca que la educación es el factor más relevante en la conciencia sobre el cambio climático. Se estima que un año adicional de educación aumenta esta conciencia en un 8,6%. En Brasil, por ejemplo, el 84% de las personas con educación secundaria o superior considera el cambio climático una amenaza, frente al 62% entre quienes tienen menor nivel educativo. Este patrón refleja la importancia de la formación en la comprensión y acción frente a los desafíos ambientales.
Los desafíos del cambio climático en la educación
Entre 2022 y 2024, alrededor de 404 millones de estudiantes en 81 países vieron interrumpida su educación debido a eventos climáticos extremos como olas de calor, tormentas e inundaciones. Las pérdidas de aprendizaje varían según el nivel económico de cada país: en países de bajos ingresos, las escuelas cerraron en promedio 18 días por año, mientras que en los países de altos ingresos la pérdida fue de solo 2,4 días. En Paraguay, las altas temperaturas y la deficiente infraestructura escolar dificultan el aprendizaje, ya que muchas aulas carecen de ventilación adecuada o sistemas de climatización.
El desafío de la educación verde en países en desarrollo
El informe también señala que en América Latina existe una brecha en habilidades verdes, lo que dificulta la transición hacia una economía sostenible. Se estima que la transformación ecológica global generará 100 millones de nuevos empleos y requerirá la reubicación de 78 millones de trabajadores cuyos empleos desaparecerán. Sin embargo, muchos sistemas educativos aún no se ajustan a esta demanda laboral emergente.
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Políticas climáticas en Paraguay
Paraguay implementa su Política Nacional de Cambio Climático desde 2011, a través de la Dirección Nacional de Cambio Climático (DNCC). Esta estrategia busca alinear las prioridades del país con los compromisos internacionales en sostenibilidad. No obstante, aún se requieren mayores esfuerzos para mejorar la infraestructura escolar y promover la educación ambiental en todos los niveles.
La necesidad de acción inmediata
Invertir en educación de calidad y adaptar la infraestructura escolar es crucial para mitigar los efectos del cambio climático y preparar a las futuras generaciones. La educación no solo fortalece la resiliencia de las comunidades, sino que también contribuye al desarrollo económico y social. Tomar medidas ahora garantizará un futuro más sostenible y equitativo.
Fuente: Artículo de MF Economía e Inversiones para ABC Color