El presidente Santiago Peña, fue duramente cuestionado por el exmandatario panameño Arístides Royo por su falta de respaldo a Panamá en el conflicto sobre el control del Canal, tras declaraciones realizadas por el nuevo gobierno de Estados Unidos. Esta controversia surge en un contexto particularmente delicado, considerando que Panamá ha sido el único país que manifestó públicamente su apoyo a la candidatura paraguaya para la Secretaría General de la Organización de Estados Americanos (OEA), generando expectativas de reciprocidad diplomática que no se materializaron durante las declaraciones del mandatario paraguayo.
Durante una entrevista concedida el viernes último a José Zepeda en Radio Media Naranja, Arístides Royo, quien fungió como ministro para Asuntos del Canal de Panamá entre 2019 y 2024, expresó su decepción por la postura adoptada por el jefe de Estado paraguayo. “Eso puede ocurrir y no me da ninguna vergüenza decirlo. El presidente de Paraguay, Santiago Peña, pasó por Panamá y cuando le preguntaron, ‘ustedes apoyan a Panamá en esta lucha que emprende sobre las afirmaciones que hace el gobierno de Estados Unidos’, dijo: ‘será muy difícil lograr la unidad latinoamericana en este tema’. O sea, la verdad, se le salió el cobre al presidente de Paraguay”, manifestó el ex mandatario panameño, utilizando una expresión coloquial que denota decepción o descubrimiento de la verdadera naturaleza de una persona.
El origen de esta controversia se remonta a declaraciones realizadas hace aproximadamente seis semanas, cuando Santiago Peña fue entrevistado por el medio panameño La Prensa durante una visita oficial a dicho país. En esa oportunidad, al ser consultado específicamente si los presidentes latinoamericanos debían pronunciarse en una sola voz apoyando a Panamá frente a las promesas del presidente electo Donald Trump sobre recuperar el control del Canal, Peña optó por una respuesta diplomáticamente ambigua. “Yo, particularmente, creo que cada uno de los países tienen sus particularidades y sus agendas bilaterales. Yo creo que los países tenemos que unirnos en algo que es un principio de valores, la democracia”, respondió el presidente paraguayo, evitando así un posicionamiento claro sobre la soberanía panameña en el Canal.
La pregunta formulada a Peña se enmarcaba en un contexto de tensión regional tras los anuncios del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, quien sugirió la posibilidad de recuperar el control del Canal de Panamá, cuya administración fue transferida completamente a ese país centroamericano en diciembre de 1999, en cumplimiento de los Tratados Torrijos-Carter firmados en 1977. Frente a estas declaraciones, el presidente panameño José Raúl Mulino había sido enfático al asegurar que el canal “es y seguirá siendo de Panamá”, rechazando cualquier injerencia extranjera en la administración de esta vía estratégica para el comercio mundial, especialmente ante las acusaciones estadounidenses sobre una presunta intromisión china en su operación.
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La actitud de Peña resulta particularmente llamativa considerando los antecedentes diplomáticos recientes entre ambas naciones. Panamá ha sido el único país que públicamente manifestó su respaldo a la candidatura de Paraguay para la Secretaría General de la OEA, una posición estratégica dentro del sistema interamericano para la cual el país sudamericano ha postulado a su exministro de Relaciones Exteriores, Euclides Acevedo. Este apoyo panameño representaba un valioso respaldo diplomático en un escenario donde Paraguay busca aumentar su protagonismo en organismos internacionales, lo que hacía esperable una postura de mayor solidaridad por parte de Peña hacia las preocupaciones soberanas de Panamá.
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Para Paraguay, este episodio podría tener implicaciones diplomáticas significativas, especialmente en un momento en que busca consolidar alianzas estratégicas para fortalecer su posición en organismos multilaterales. La falta de un respaldo claro a Panamá en una cuestión tan sensible como la soberanía sobre el Canal podría interpretarse como una priorización de las relaciones con Estados Unidos por encima de la solidaridad regional, un cálculo político que, según la reacción de Royo, no ha pasado desapercibido en los círculos diplomáticos panameños.
Fuente: Última Hora