La Municipalidad de Asunción destinará apenas G. 800 millones para trabajos de infraestructura en cuatro instituciones educativas, lo que representa un porcentaje reducido del total de fondos disponibles del Fonacide para el 2025. Emmanuel Lara, director ejecutivo del Fonacide municipal, confirmó que los centros educativos beneficiados con estas mejoras serán el Colegio Fernando de la Mora, la Escuela San Pedro, el Colegio Nacional Ysaty y la Escuela Manuel Ortiz Guerrero. Este monto asignado para infraestructura escolar constituye solo el 6% de los G. 12.162.329.889 incluidos en el presupuesto municipal como saldo inicial de caja del Fonacide, evidenciando una baja priorización de las necesidades estructurales de las instituciones educativas capitalinas.
Además de las intervenciones en infraestructura, el funcionario municipal adelantó que aproximadamente 18 instituciones adicionales serán beneficiadas con mobiliarios, sumándose a las 17 que actualmente forman parte de la licitación número 450430. Esta licitación, adjudicada en 2024, contempla la adquisición de 935 mesas con pupitre y 815 sillas de aula por un valor de G. 219.830.000, cifra que representa apenas el 1,81% del presupuesto total del Fonacide disponible. Aunque estas acciones buscan paliar las carencias en el equipamiento escolar, las cifras revelan que la inversión en educación desde la administración de Óscar “Nenecho” Rodríguez mantiene una proporción minoritaria respecto a los fondos totales disponibles.
La realidad en las instituciones educativas muestra necesidades urgentes que superan ampliamente lo presupuestado. En el Colegio Nacional Ysaty, Blas Dubrez, encargado de despacho de la Dirección General, señaló que se requiere intervenir un sector del pabellón de Informática afectado por goteras durante los días de lluvia, además de necesitar una renovación de equipos informáticos y la instalación de cámaras de seguridad para proteger a los estudiantes. El funcionario destacó que el mantenimiento del mobiliario actual se sostiene principalmente gracias al apoyo económico de los padres, a pesar de que la Comuna entregó 100 sillas a esta institución en octubre de 2023, cantidad insuficiente para cubrir las necesidades reales del centro educativo.
Una situación similar se registra en el Colegio Fernando de la Mora, donde las sillas y mesas adquiridas anteriormente con fondos del Fonacide ya requieren mantenimiento. Paola Romero, directora de la institución, indicó que estas reparaciones se realizan gracias a la colaboración de padres y docentes, evidenciando la falta de un programa sistemático de mantenimiento por parte de la Municipalidad. El panorama se complica en la escuela del mismo nombre, ubicada al costado del colegio, donde existe una construcción abandonada y sin techo que representa un peligro para los estudiantes. Graciela Montanía, directora de esta escuela, manifestó su preocupación: “Estamos pidiendo para demoler esa parte porque es un peligro tener así” , y expresó su deseo de destinar ese espacio para un comedor escolar adecuado.
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Las dificultades se extienden a la estructura básica para actividades cotidianas en los centros educativos. En la Escuela Manuel Ortiz Guerrero, la falta de un espacio apropiado para el comedor obliga a los estudiantes a turnarse para almorzar en una sala improvisada, disponiendo apenas de 10 minutos para consumir sus alimentos y liberar el espacio. Según la profesora Estela Moreira, existe un proyecto pendiente para la construcción de tres aulas, para lo cual ya recibieron la visita de representantes del Fonacide a finales de 2024, aunque sin avances concretos hasta el momento. Adicionalmente, la institución necesita un parque para el nivel inicial y un tinglado tanto para la pista principal como para la cancha trasera, mientras los alumnos de preescolar utilizan sillas defectuosas y deben compartir un único baño entre niños y niñas.
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Las declaraciones de las autoridades escolares reflejan la magnitud de la brecha entre las asignaciones presupuestarias y las necesidades reales. “El espacio físico tenemos… Es mi sueño; en especial, ofrecerle un tinglado a todos nuestros niños” , expresó Graciela Montanía, mientras Estela Moreira señaló: “Nos faltan más salas de clase. Nosotros estamos pendientes de tres aulas que se tienen que empezar». Estas manifestaciones evidencian que, más allá de los anuncios oficiales, la asignación efectiva de recursos del Fonacide para infraestructura escolar en Asunción resulta insuficiente frente a las carencias acumuladas durante años. La dependencia del aporte de padres y docentes para mantener condiciones mínimamente adecuadas en las escuelas revela un patrón sistemático donde la responsabilidad municipal se diluye y recae en las comunidades educativas.
Fuente: Última Hora