La Cámara de Diputados quedó sin quorum minutos antes de tratar el pedido de interpelación a la ministra de Salud, María Teresa Barán, evidenciando la estrategia del oficialismo para evitar que la titular de la cartera sanitaria enfrente un cuestionamiento formal sobre su gestión. La solicitud de interpelación, impulsada por legisladores opositores y colorados no cartistas, surgió tras una serie de casos de deficiente atención médica en hospitales públicos que generaron indignación ciudadana. Este mecanismo parlamentario buscaba que la ministra rindiera cuentas sobre las falencias del sistema sanitario, particularmente tras varios incidentes que resultaron en fallecimientos evitables.
El desenlace de la sesión fue anticipado por algunos legisladores cuando el punto se encontraba en el orden del día. Durante la etapa de mociones de preferencia, el diputado Miguel Martínez (independiente) solicitó adelantar el tratamiento del pedido de interpelación, que ocupaba el punto 12 de la agenda. Sin embargo, esta propuesta enfrentó el rechazo inmediato de los cartistas, siendo el diputado Alejandro Aguilera quien mocionó la oposición al adelantamiento, secundado por el vicelíder de la bancada oficialista, Miguel del Puerto. “Necesitamos debatir porque con esta ministra no vamos a ir lejos. Todas las instituciones de salud están en quiebra prácticamente y es momento -por lo menos- de escuchar las razones de la ministra de por qué no está haciendo (los cambios)”, expresó Martínez justificando su solicitud.
Uno de los casos que motivó el pedido de interpelación fue el fallecimiento de un niño que llegó en grave estado al Hospital Regional de Villarrica, pocos días después de que el presidente Santiago Peña, junto a la ministra Barán y otras autoridades, inaugurara con gran despliegue mediático una unidad de terapia intensiva neonatal en dicho centro. Paradójicamente, cuando la familia del menor requirió estos servicios, fue informada que la dependencia no se encontraba operativa, lo que obligó a un traslado a Asunción tras casi diez horas de espera. Lamentablemente, el niño falleció durante este proceso, generando cuestionamientos sobre la veracidad de las inauguraciones oficiales y la capacidad real de respuesta del sistema sanitario.
Ante la evidente maniobra del oficialismo, el diputado Raúl Benítez (independiente) protestó enérgicamente, señalando que la mayoría cartista estaba evitando el debate, esencia misma del Parlamento. “En vez de tratarnos de bobos, creo que podemos decirle la verdad a la ciudadanía. No quieren que pase al punto uno porque van a dejar sin quorum, porque no van a tener la capacidad de votar en contra, de argumentar en contra, entonces van a huir para no abordar el tema”, expresó Benítez de manera casi premonitoria. El legislador remarcó que solo se pedía algo “tan sencillo y pequeño como es la interpelación” para que la ministra explicara públicamente lo sucedido en diversos casos, incluido el de Villarrica, así como el incidente de una ambulancia que derivó a un paciente a 71 kilómetros cuando había una cama de UTI disponible a solo 6 kilómetros, resultando en el fallecimiento del paciente.
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La diputada Johanna Ortega (Partido País Solidario) también se sumó al pedido de adelantamiento, subrayando que pese al tiempo transcurrido, la ciudadanía continúa esperando acciones concretas por parte del gobierno. “Esto es protección para la ministra de Salud para que siga haciendo las macanadas que hace, porque seguimos viendo que esto no tomó otro rumbo, murieron otros niños después. Hay un desgobierno total en ese ministerio, ella empieza a destituir gente pensando que así va a solucionar, cuando no se da cuenta de que la que se tiene que ir es ella”, afirmó la legisladora. Ortega lamentó que sus colegas oficialistas renunciaran a una de sus atribuciones constitucionales fundamentales como es la figura de la interpelación, diseñada precisamente para ejercer el control político sobre el Poder Ejecutivo.
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Finalmente, la sesión se levantó al llegar al punto 9 del orden del día, cuando varios legisladores cartistas abandonaron el recinto, quebrando el quorum necesario para continuar. Aunque técnicamente el pedido de interpelación podría volver a incluirse en la agenda de la próxima sesión ordinaria programada para el martes 25, los analistas políticos consideran que difícilmente prosperará, dado que el movimiento Honor Colorado y sus aliados cuentan con mayoría suficiente para rechazarlo formalmente o, como ocurrió en esta oportunidad, para bloquearlo mediante estrategias procedimentales.
Fuente: ABC Color