El papa Francisco, internado en el hospital Gemelli de Roma desde hace 31 días debido a una neumonía bilateral, envió un mensaje a los fieles durante el rezo del Ángelus, donde reconoció que atraviesa un “tiempo de prueba”. Esta es la quinta semana consecutiva en la que el pontífice no se presenta en público, delegando su mensaje a un comunicado escrito.
El Vaticano informó que su estado de salud ha mostrado una mejora progresiva desde su última recaída el 3 de marzo. El lunes, su pronóstico dejó de ser reservado, aunque los médicos aún no han determinado una fecha para su alta. La Santa Sede subraya que la recuperación será lenta y que el papa continuará con su terapia mientras permanece bajo supervisión médica.
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En su mensaje, Francisco expresó su cercanía con las personas enfermas y resaltó que, pese a la fragilidad física, el amor y la fe siguen siendo inquebrantables. Desde su internación el 14 de febrero, el pontífice no ha difundido imágenes suyas ni ha participado en apariciones públicas, lo que genera inquietud entre los fieles.
Miles de personas se han congregado en el Vaticano para orar por su recuperación. La comunidad católica sigue atenta a su evolución, mientras que el informe médico más reciente indica que su estado es estable, pero aún requiere tratamiento.
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Esta es la hospitalización más prolongada de Francisco en sus 12 años de pontificado. En varias ocasiones ha manifestado su intención de continuar con su labor a pesar de los problemas de salud. Sin embargo, la incertidumbre sobre su capacidad para retomar completamente sus funciones sigue siendo motivo de especulación.
El pontífice ha descartado, hasta el momento, la posibilidad de renunciar, a diferencia de su predecesor Benedicto XVI, quien en 2013 tomó esa decisión debido a su delicado estado de salud.
Fuente: DW
