Algunas de las embarcaciones que estaban esperando este lunes, cerca del Paso Bermejo, mientras se draga, con esperanza de franquer el tramo. ABC Color.
La crisis hidrológica que atraviesa el paso Bermejo ha alcanzado niveles alarmantes, poniendo en riesgo aproximadamente el 80% del comercio naviero paraguayo. La situación, que empeora día tras día, ha obligado al Gobierno Nacional y a los armadores privados a intensificar esfuerzos conjuntos para evitar un colapso total del sistema logístico fluvial, principal vía de entrada y salida de mercaderías del país.
Según datos proporcionados por el Centro de Armadores Fluviales y Marítimos (Cafym), la congestión actual es sin precedentes: más de 300 barcazas, 20 buques y 50 remolcadores se encuentran varados en la zona, formando un embotellamiento que, en términos comparativos, equivaldría a una fila de vehículos que se extendería desde Asunción hasta San Bernardino. Esta situación se agrava con el constante arribo de nuevas embarcaciones que transportan minerales, fertilizantes y otros productos esenciales para los diferentes puertos de la región.
El problema fundamental radica en la excesiva acumulación de sedimentos en este paso estratégico y la insuficiencia de la corriente natural para limpiar el canal navegable. Los trabajos de dragado, tanto públicos como privados, no logran mantener el ritmo necesario frente al volumen de tráfico que demanda la hidrovía Paraguay-Paraná. “El comercio naviero de Paraguay pende de un hilo”, afirmó contundentemente Raúl Valdez, presidente de Cafym, quien destacó que entre los productos afectados se encuentran soja, fertilizantes, químicos, materias primas, electrónicos, tractores, combustibles y minerales.
En un esfuerzo por mitigar la crisis, el miércoles pasado Cafym consiguió que el Gobierno autorizara la incorporación de la draga Tarumá a las tareas de remoción de sedimentos, complementando así los trabajos que realiza la Administración Nacional de Navegación y Puertos (ANNP). Adicionalmente, se entregó a la Prefectura Naval un moderno centro de monitoreo que permitirá realizar seguimientos de las embarcaciones en tiempo real, optimizando la gestión del tráfico fluvial en esta zona crítica.
Iván Dumont, titular del Centro de Importadores del Paraguay, manifestó su preocupación señalando que “en los peores momentos de la bajante del río el año pasado no llegamos a tener este nivel de congestión”. El empresario advirtió que la situación, que se prolonga desde hace más de un mes, está generando faltantes de productos y sobrecostos significativos tanto para exportadores como importadores, costos que inevitablemente terminarán trasladándose al consumidor final.
Las autoridades fluviales han establecido un sistema de prioridades que favorece el tránsito de embarcaciones que transportan combustible, reconociendo la importancia estratégica de este insumo. Desde Cafym aseguran que, por el momento, el parate no pone en peligro inmediato la provisión de combustibles y energía, pero advierten que, de prolongarse la situación en los próximos días, podrían producirse consecuencias directas para toda la economía nacional.
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En la mañana del viernes 14 de marzo, una delegación conformada por autoridades del Poder Ejecutivo, armadores y empresarios del sector naviero realizó una visita de inspección a la zona del Bermejo para evaluar in situ la situación del tránsito de embarcaciones. La comitiva estuvo encabezada por Julio Vera Cáceres, director de la ANNP, Raúl Valdez de Cafym y Patricio Ortega, director de la Marina Mercante, entre otros representantes del sector.
Este escenario crítico no solo afecta a Paraguay sino que representa un problema regional, ya que numerosos puertos de países vecinos están experimentando dificultades para recibir materias primas e insumos esenciales para sus industrias. La hidrovía Paraguay-Paraná constituye una arteria fundamental para el comercio de la región, por la que circula aproximadamente el 80% de las exportaciones paraguayas y un porcentaje similar de las importaciones.
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Los expertos en logística fluvial señalan que esta crisis evidencia la necesidad de implementar soluciones estructurales a largo plazo que contemplen el mantenimiento permanente de la vía navegable. La acumulación de sedimentos es un fenómeno recurrente que, si bien se intensifica en determinadas épocas del año, requiere un abordaje sistemático y coordinado entre todos los países que comparten la hidrovía.
Mientras tanto, los consumidores paraguayos observan con preocupación cómo esta crisis logística podría traducirse en desabastecimiento de productos básicos o, en el mejor de los casos, un incremento generalizado de precios que afectaría directamente su poder adquisitivo en un contexto económico ya de por sí complejo. Las próximas semanas serán cruciales para determinar el impacto real de esta situación en la economía nacional y la vida cotidiana de la población.
Fuente: La Política Online
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