El fallecimiento de una mujer de 39 años a causa del hantavirus en Bariloche ha encendido las alarmas sanitarias en Argentina. La víctima, quien había sido internada en un sanatorio privado con un cuadro severo, perdió la vida el domingo pasado, aunque el caso recién se dio a conocer este martes. Las autoridades confirmaron que se trata del primer caso positivo detectado mediante prueba PCR en la región, tras la manifestación de los síntomas característicos de esta enfermedad viral.
Como medida preventiva, 24 personas que mantuvieron contacto estrecho con la fallecida, incluyendo a sus dos hijos menores de edad, fueron puestas en aislamiento. Según explicó Víctor Parodi, director del hospital zonal Ramón Carrillo, todos los aislados deberán permanecer bajo seguimiento médico durante 45 días. Esta medida resulta fundamental considerando que hasta el momento no se han reportado nuevos contagios en la zona.
Las autoridades sanitarias han iniciado una investigación exhaustiva para determinar el origen de la infección. Los especialistas señalan que durante esta época del año aumenta considerablemente la presencia de roedores en la región, principales transmisores del virus. Como parte del protocolo, se está reconstruyendo el historial de los lugares que la víctima visitó durante las seis semanas previas a la manifestación de la enfermedad.
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El hantavirus representa una amenaza seria para la salud pública, principalmente en las provincias argentinas de Río Negro, Chubut y Neuquén, consideradas zonas de alto riesgo. La transmisión del virus ocurre principalmente cuando los humanos inhalan partículas contaminadas con fluidos corporales de roedores infectados, como saliva, orina o excrementos. Estas partículas pueden permanecer suspendidas en el aire, especialmente en espacios cerrados o poco ventilados.
Una característica particularmente preocupante de la variante andina del hantavirus presente en América del Sur es su capacidad de transmisión entre personas. Este factor diferencial respecto a otras variantes del virus refuerza la necesidad de mantener bajo estricta vigilancia a todas las personas que estuvieron en contacto con la mujer fallecida, así como implementar rigurosos protocolos de aislamiento para prevenir una posible propagación.
Fuente: ABC Color
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