Foto: Santiago Filipuzzi
La ciudad de Buenos Aires enfrentó una situación crítica este miércoles al registrarse el segundo apagón masivo en menos de 24 horas, afectando a 622.000 usuarios en medio de una intensa ola de calor con sensación térmica superior a los 40°C. Este nuevo corte de suministro eléctrico, ocurrido alrededor de las 13:00 horas, superó en magnitud al primero que había dejado sin servicio a 556.000 hogares durante la madrugada, generando un escenario de extrema dificultad para los residentes de la capital argentina.
El impacto del segundo apagón provocó un verdadero caos en el tránsito urbano, principalmente en el centro y sur de la ciudad. Según informaron autoridades porteñas, más de 50 intersecciones quedaron sin semáforos operativos, afectando severamente la circulación en arterias principales como la Avenida 9 de Julio. Barrios como La Boca, Barracas y la zona de Plaza de Mayo sufrieron las mayores complicaciones, obligando al gobierno local a desplegar un operativo especial con 300 agentes de tránsito y seguridad para asistir en los puntos más críticos.
Según fuentes oficiales argentinas explicaron que el corte se produjo cuando salieron de servicio dos líneas de transporte de 220 kV pertenecientes a la distribuidora Edesur, provocando que dejaran de funcionar las máquinas generadoras de electricidad de Central Puerto y Central Costanera. Específicamente, a las 12:40 se desconectó la línea que conecta la subestación Bosques con la estación Hudson, generando una pérdida de demanda en el Gran Buenos Aires de aproximadamente 830 MW, equivalente a más del 12% del consumo total de la región metropolitana.
El colapso energético no solo afectó a hogares y comercios, sino que también impactó en infraestructuras críticas. Varias líneas del subterráneo porteño experimentaron interrupciones y alteraciones en su servicio, mientras que incluso la Casa Rosada sufrió un breve apagón. Emova, concesionaria del sistema de subterráneos, emitió un comunicado informando sobre las irregularidades en todas sus líneas debido a la inestabilidad del suministro eléctrico, aunque gradualmente las líneas H, E, A, C y D lograron normalizar sus operaciones.
Para los ciudadanos, las consecuencias fueron múltiples y severas. Profesionales como Verónica Pérez, psicóloga de 43 años, se vieron obligados a buscar alternativas para mantener sus actividades laborales: “No creo que tenga suerte, no veo ningún bar con luz. Tampoco tengo cómo avisarle a mis pacientes, no se mandan mis mensajes”, expresó mientras recorría Villa Crespo buscando un lugar con internet para atender virtualmente a sus pacientes. Comerciantes como el encargado de una cafetería en la esquina de Avenida Corrientes y Aníbal Troilo enfrentaron complicaciones para cobrar a sus clientes sin sistemas operativos, situación que se repetía por segunda vez en el día.
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Según el Servicio Meteorológico Nacional, las condiciones de calor y humedad extrema persistirán hasta el sábado, cuando un frente frío originará un cambio en la masa de aire, provocando un descenso en las temperaturas y posibles lluvias.
Hasta entonces, las máximas continuarán entre los 34°C y 35°C, con mínimas de 25°C a 26°C, manteniendo un ambiente de alta humedad y elevada sensación térmica.
Fuente: LN Argentina
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