Foto: Getty Images.
Un avión de American Airlines y un helicóptero militar Black Hawk chocaron la noche del miércoles en las cercanías del Aeropuerto Nacional Ronald Reagan en Washington DC. Ambas aeronaves cayeron al río Potomac, dejando un saldo de al menos 64 personas a bordo. Las autoridades no creen que haya sobrevivientes y han recuperado 27 cuerpos del avión y uno del helicóptero, según el jefe del Departamento de Bomberos, John Donnelly.
El vuelo 5342 de American Airlines, un Bombardier CRJ700, realizaba la ruta desde Wichita, Kansas, a Washington DC cuando impactó con el helicóptero del ejército estadounidense en plena aproximación a la pista. En la aeronave viajaban 60 pasajeros y cuatro tripulantes, mientras que en el helicóptero iban tres soldados.
El presidente de American Airlines, Robert Isom, lamentó el accidente y expresó su solidaridad con las familias de las víctimas. Por su parte, la alcaldesa de Washington DC, Muriel Bowser, calificó el suceso como “trágico” y destacó la dificultad del rescate debido a las bajas temperaturas y la oscuridad.
Las causas del accidente aún no han sido determinadas, pero el expresidente Donald Trump se pronunció en redes sociales cuestionando la actuación de la torre de control y la falta de maniobra del helicóptero para evitar la colisión. En tanto, el Departamento de Defensa confirmó el inicio de una investigación oficial.
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El impacto ha generado un amplio despliegue de unidades de rescate y buzos especializados en aguas frías. Equipos de Virginia, Maryland y Washington DC trabajan en la búsqueda de cuerpos y en la recuperación de los restos de las aeronaves.
El accidente ha conmocionado a la opinión pública, ya que entre los pasajeros del avión había miembros de la federación de patinaje artístico de EE.UU. y atletas rusos. Mientras tanto, expertos en aviación han señalado que ambos vehículos estaban equipados con sistemas anticolisión, lo que vuelve el accidente aún más inexplicable.
Fuente: BBC
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