El este de la República Democrática del Congo (RDC) enfrenta un momento crítico. Los rebeldes del grupo M23, apoyados por Ruanda, avanzan hacia Goma, una ciudad estratégica en la región rica en minerales. Este martes, la crisis llegó a Kinshasa, donde manifestantes atacaron las embajadas de Ruanda, Francia, Bélgica y Estados Unidos, exigiendo una respuesta internacional para detener la violencia.
Cientos de personas, enfurecidas por el avance rebelde, saquearon y prendieron fuego a partes de las legaciones diplomáticas. La policía respondió con gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes. Las embajadas de Kenia y Uganda también fueron atacadas en un clima de creciente tensión.
VIDEO | Muertos, caos y destrozos tras la ofensiva de los rebeldes M23 en la República Democrática del Congo. pic.twitter.com/WmcP1SHL0Z
— EFE Noticias (@EFEnoticias) January 28, 2025
El grupo M23, que en 2012 ocupó Goma brevemente, afirma haber capturado nuevamente la ciudad. Goma, con dos millones de habitantes, es un centro clave para el comercio y la ayuda humanitaria, además de controlar rutas de suministro esenciales en Kivu Norte. La caída de Goma representaría un duro golpe para el gobierno congoleño y una victoria estratégica para los insurgentes.
Darren Davids, analista de Economist Intelligence Unit, señaló que el M23 parece decidido a mantener el control de Goma para garantizar su dominio en las rutas de suministro. La región ya enfrenta una de las crisis humanitarias más graves del mundo, con más de seis millones de desplazados internos.
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Bruno Lemarquis, coordinador humanitario de la ONU para la RDC, describió la situación como “extremadamente preocupante”, destacando el incremento de la violencia y el sufrimiento. Los desplazados en Goma y sus alrededores enfrentan necesidades urgentes de alimentos, agua y refugio, mientras la comunidad internacional evalúa su respuesta.
“Denunciamos la hipocresía de la comunidad internacional”, declaró Timothée Tshishimbi, uno de los manifestantes en Kinshasa.
Fuente: Infobae