Santiago Peña. Foto: Antonio Lacerda.
El presidente de la República, Santiago Peña, ha mostrado una preocupante reacción ante el trabajo periodístico que reveló detalles sobre su mansión en el exclusivo barrio cerrado de Ciervo Cuá, San Bernardino. La respuesta del mandatario, que incluyó advertencias directas a la prensa, evidencia una postura hostil hacia la labor periodística de investigación.
La investigación, que documenta el patrimonio presidencial, fue recibida con un inquietante “cuidadito” por parte del mandatario, quien intentó desviar la atención hacia supuestas violaciones de seguridad que fueron desmentidas por el propio medio. Las fotografías publicadas, contrario a lo afirmado por Peña, fueron tomadas a distancia y extraídas de redes sociales del entorno familiar presidencial.
El jefe de Estado buscó justificar su patrimonio citando su trayectoria laboral desde los 18 años, pero evitó abordar directamente las preguntas sobre el origen de los recursos para la construcción de su residencia. Su comparación con la seguridad del expresidente Trump en Estados Unidos resulta particularmente desproporcionada, considerando el contexto y las circunstancias de la investigación periodística.
Resulta paradójico que Peña afirme no representar a “ningún grupo económico” cuando su ascenso político está estrechamente vinculado al grupo Cartes, liderado por el actual presidente del Partido Colorado, Horacio Cartes. Esta contradicción evidencia las tensiones entre el discurso público y la realidad política del mandatario.
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La reacción presidencial ante el trabajo periodístico genera preocupación sobre la libertad de prensa en Paraguay. El uso de expresiones intimidatorias como “cuidadito” y la actitud confrontacional hacia los medios que realizan investigaciones sobre funcionarios públicos sugieren una postura autoritaria incompatible con los principios democráticos.
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El incidente revela la importancia del periodismo investigativo en la fiscalización del poder público y el derecho ciudadano a conocer el patrimonio de sus gobernantes. La transparencia y la rendición de cuentas son pilares fundamentales de la democracia que no deberían ser objeto de amenazas o intimidaciones por parte de ningún funcionario público, incluyendo al presidente.
Fuente: Última Hora/ ABC
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