Salud

Trastorno disfórico premenstrual: más allá de los cambios de humor

El trastorno disfórico premenstrual causa síntomas emocionales severos antes del período. Reconocerlo y tratarlo puede cambiar tu calidad de vida.

El trastorno disfórico premenstrual (TDPM) puede ser la causa de cambios severos de humor y de malestar que suceden en torno a la llegada de la menstruación. MCS

El trastorno disfórico premenstrual (TDPM) es una condición psiquiátrica que afecta a entre el 5 % y el 8 % de las mujeres en edad fértil. Aunque muchas lo confunden con el síndrome premenstrual (SPM), el TDPM provoca síntomas emocionales y físicos mucho más severos, interfiriendo significativamente en la calidad de vida de quienes lo padecen.

¿Qué es el TDPM y cómo se diferencia del SPM?

El TDPM se caracteriza por síntomas graves como irritabilidad extrema, depresión profunda, ansiedad y desesperanza, que aparecen entre 7 y 15 días antes del inicio del período menstrual. A diferencia del SPM, cuyos síntomas suelen ser leves y manejables, el TDPM es una forma incapacitante que afecta las actividades diarias y las relaciones personales.

Aunque ambos ocurren en la fase lútea del ciclo menstrual, el TDPM provoca una respuesta mucho más intensa a las fluctuaciones hormonales. Incluso cuando el sangrado alivia los síntomas físicos, las consecuencias emocionales pueden perdurar.

Identificación y diagnóstico

Reconocer el TDPM es clave para obtener un tratamiento adecuado. Los síntomas, como ataques de pánico, irritabilidad extrema, pensamientos suicidas y cambios en el sueño o apetito, deben presentarse cíclicamente antes del período y desaparecer después de iniciado.

El diagnóstico se realiza a través del seguimiento de los síntomas durante al menos dos ciclos menstruales, con herramientas como aplicaciones de seguimiento o diarios en papel. Es fundamental consultar a un médico comprensivo que evalúe minuciosamente la situación y descarte otras condiciones.

Causas y factores de riesgo

Aunque las causas del TDPM no son completamente claras, se relaciona con una sensibilidad aumentada a las fluctuaciones hormonales durante el ciclo menstrual. Estas alteraciones afectan neurotransmisores cerebrales como la serotonina, influyendo en el estado de ánimo y el comportamiento.

Factores como estrés, obesidad, antecedentes de ansiedad o depresión, y el abuso de sustancias también pueden aumentar el riesgo de desarrollar este trastorno.

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Opciones de tratamiento

El tratamiento del TDPM busca aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida. Incluye:

  • Cambios en el estilo de vida: Dietas saludables, ejercicio regular, buena hidratación y sueño adecuado.
  • Suplementos y hierbas medicinales: Micronutrientes como el calcio y la vitamina B6, o hierbas como el aceite de onagra y el Ginkgo biloba.
  • Medicamentos: Anticonceptivos hormonales para estabilizar las fluctuaciones y antidepresivos para controlar los síntomas emocionales.
  • Apoyo psicológico: Terapia para manejar el estrés y mejorar las relaciones personales.
  • Técnicas complementarias: Yoga, meditación y acupuntura para reducir el estrés y aliviar el dolor.

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La importancia de buscar ayuda

El TDPM es una condición seria que afecta aspectos emocionales, sociales y laborales. Reconocer los síntomas y buscar ayuda profesional puede marcar la diferencia en la calidad de vida. Hablar con un médico o terapeuta permitirá encontrar el tratamiento adecuado y manejar esta condición de manera efectiva.

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Fuente: Mejor con Salud