El Parque Urbano de Asunción, un espacio verde de nueve hectáreas administrado por el Instituto de Previsión Social (IPS), exhibe un estado de abandono que contrasta dramáticamente con su inauguración en julio de 2018, permaneciendo cerrado al público y limitando su uso al estacionamiento de funcionarios del Banco Central del Paraguay.
La infraestructura del parque muestra signos evidentes de deterioro, con malezas invadiendo los espacios comunes, árboles caídos obstruyendo los senderos peatonales y ramas que tocan el suelo, creando condiciones propicias para la proliferación de mosquitos en pleno centro de la capital.
A pesar de que IPS mantiene responsabilidad sobre el mantenimiento del predio, las labores se limitan a evitar el estancamiento de agua en la pileta después de las lluvias, dejando sin atención otros aspectos críticos del mantenimiento general del espacio público.
El contraste entre la visión original del proyecto y su estado actual evidencia una gestión deficiente del patrimonio público, situación que se mantiene sin cambios desde hace un año, sin perspectivas visibles de mejora o planes de recuperación.
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La restricción del acceso público al parque, excepto para el uso del estacionamiento por parte de funcionarios del BCP, representa una pérdida significativa de espacio recreativo para la ciudadanía asuncena, particularmente relevante considerando la escasez de áreas verdes en el centro de la ciudad.
El deterioro continuo del Parque Urbano no solo afecta su función como espacio de esparcimiento, sino que también genera preocupaciones sanitarias debido a las condiciones que favorecen la reproducción de vectores, especialmente en temporadas de alta incidencia de enfermedades transmitidas por mosquitos.
Fuente: ABC Color
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