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Fenómeno de La Niña será de corta duración y débil intensidad

La Niña afectará a Paraguay con lluvias escasas y calor extremo. Según expertos, el fenómeno será de corta duración y débil intensidad.

Sequía en el Chaco paraguayo. Foto: Gentileza

El Servicio Meteorológico de los Estados Unidos ha confirmado el inicio de un nuevo ciclo del fenómeno La Niña en Sudamérica, caracterizado por precipitaciones inferiores al promedio histórico. Las proyecciones indican que este episodio presentará una intensidad débil y una duración limitada, diferenciándose de ciclos anteriores más severos.

El analista meteorológico José María Rodríguez ha señalado en su columna para Radio Asunción 1250 AM que este fenómeno llega de manera tardía al territorio paraguayo. Sus características principales incluyen una intensidad menor en comparación con episodios previos, lo que sugiere un impacto más moderado en las condiciones climáticas regionales.

Los pronósticos indican que el patrón climático mantendrá similitud con las condiciones actuales, alternando períodos de sequía y calor intenso con intervalos de precipitaciones que ayudarán a mitigar el déficit hídrico. Esta alternancia permitiría mantener un equilibrio relativo en los niveles de humedad, reduciendo el riesgo de impactos severos.

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El Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADES) ha emitido un comunicado confirmando la alta probabilidad de la presencia del fenómeno en Paraguay. Sin embargo, las características proyectadas sugieren que sus efectos serán menos pronunciados que en ocasiones anteriores, cuando el fenómeno se manifestó con mayor intensidad y duración.

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Rodríguez enfatiza que este ciclo de La Niña no debería causar los estragos observados en episodios previos, que se caracterizaron por períodos más prolongados y efectos más intensos. Esta proyección permite a los sectores potencialmente afectados prepararse adecuadamente para las condiciones esperadas.

Los expertos coinciden en que los efectos sobre el territorio paraguayo no alcanzarán niveles críticos, lo que representa una perspectiva favorable para la planificación agrícola y la gestión de recursos hídricos durante el período. Esta previsión permite una mejor adaptación de las actividades productivas a las condiciones climáticas esperadas.

Fuente: El Nacional