La agricultura paraguaya enfrenta una crisis sin precedentes debido a la severa sequía que afecta a 2.588.000 hectáreas de soja, equivalentes al 70% de la superficie cultivada para la próxima zafra, poniendo en riesgo uno de los principales motores de la economía nacional.
La Unión de Gremios de la Producción (UGP), a través de su presidente Héctor Cristaldo, advierte sobre la imposibilidad de cuantificar las pérdidas actuales, que se incrementan diariamente ante la ausencia de precipitaciones. La situación es particularmente crítica en el norte de la Región Oriental, que acumula cuatro años consecutivos de cosechas deficientes.
| Perspectivas de la producción en el 2025
«Según técnicos del equipo, en el 70% del área sembrada en la región Oriental los suelos están con falta de humedad».
️ Héctor Cristaldo, presidente de la Unión de Gremios de la Producción.#ElPénduloPy pic.twitter.com/tIEcRtXwJS
— El Péndulo (@ElPenduloPy) January 16, 2025
Las proyecciones meteorológicas agravan el panorama, ya que la Dirección de Meteorología anticipa que no se esperan lluvias significativas hasta febrero. Este pronóstico genera especial preocupación considerando que las expectativas iniciales apuntaban a una producción superior a 11 millones de toneladas en la zafra 2024-2025.
El contraste con el ciclo anterior es notable, ya que la zafra 2023-2024 estableció un récord histórico con una producción de 11.073.516 toneladas y exportaciones que alcanzaron los 7,98 millones de toneladas. Sin embargo, la caída en los precios internacionales ya había impactado negativamente en los ingresos, con una reducción de USD 252 millones en granos y USD 397 millones en subproductos.
Los productores implementan medidas de mitigación, optimizando el uso del agua disponible y ajustando sus prácticas agronómicas. No obstante, estas estrategias podrían resultar insuficientes ante la magnitud de la crisis climática, evidenciando la necesidad urgente de políticas públicas orientadas a la adaptación al cambio climático.
El gobierno de Santiago Peña monitorea con preocupación la situación, reconociendo que el impacto trasciende al sector agrícola y afecta a toda la cadena productiva. Las consecuencias ya se reflejan en las proyecciones del Producto Interno Bruto, que deberán ser revisadas a la baja.
Argentina se mantiene como el principal destino de la soja paraguaya, absorbiendo el 84% de las exportaciones, seguida por Brasil (10%) y Rusia (3%). El mercado restante se distribuye entre diversos países, incluyendo Perú, España, Estados Unidos y países asiáticos.
En el ámbito empresarial, Cargill lideró las exportaciones de soja en 2024 con una participación del 15%, seguida por Viterra (12%) y Agrofértil (10%). Otras importantes comercializadoras como Bunge, COFCO y ADM mantuvieron una participación del 8% cada una.
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La crisis actual pone de manifiesto la vulnerabilidad del sector agrícola ante eventos climáticos extremos y la urgente necesidad de inversiones en infraestructura de riego e investigación sobre variedades resistentes a la sequía.
El desafío inmediato consiste en minimizar las pérdidas de la presente temporada, mientras se desarrollan estrategias a largo plazo para fortalecer la resiliencia del sector agrícola paraguayo ante futuras crisis climáticas.
Fuente: La Política Online