Un nuevo caso de feminicidio se registró en la madrugada del miércoles en el barrio Reducto de San Lorenzo, donde Andrea Marlene Guerrero, de 36 años, fue hallada sin vida en su vivienda. El principal sospechoso, su pareja Édgar Candia, de 42 años, confesó el crimen a un agente policial de la Comisaría 31.ª Central.
La investigación, liderada por la fiscala Dora Nohl, reveló que la pareja mantenía una historia de violencia doméstica, con dos denuncias previas por violencia intrafamiliar contra Candia. El incidente dejó en la orfandad a cuatro menores de 16, 15, 13 y 5 años, siendo que el hijo mayor ya residía con sus abuelos debido a conflictos constantes con el padre.
Según el informe del médico forense, el cuerpo de la víctima presentaba signos de lucha y fue encontrado al borde de la cama en medio de un charco de sangre. La causa de muerte se atribuye a un golpe contundente en el cráneo y posterior asfixia con una toalla que fue introducida en su boca.
▶️ DE TERROR |
Reportaron otro feminicidio en San Lorenzo.
️"Ajapo la macanada", confesó Edgar Candia, de 45 años, quien mató a su pareja, Andrea Marlene Guerrero, de 36 años, mediante golpes y colocándole una toalla en la boca.
El supuesto autor esperó a que llegue… pic.twitter.com/KEAimgK93p
— DELPY (@delpynews) January 15, 2025
Los informes preliminares indican que la tragedia se desencadenó aproximadamente a las 03:00 horas, tras una discusión entre la pareja. El agresor habría propinado un golpe severo en la cabeza de la víctima, seguido por la colocación forzada de una toalla en su boca, provocando la asfixia.
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La comitiva fiscal y policial acudió al lugar tras recibir la confesión del presunto autor, quien contactó directamente a un agente policial manifestando en guaraní “Ajapo macanada” (Hice una macana), indicando la ubicación del cuerpo. El objeto contundente utilizado en el ataque aún no ha sido localizado por las autoridades.
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Édgar Candia permanece detenido en la Comisaría 31.ª Central a disposición de la justicia. El caso ha generado consternación en la comunidad y resalta la persistente problemática de la violencia doméstica en Paraguay, especialmente en casos donde existen denuncias previas que no lograron prevenir desenlaces fatales.
Fuente: Última Hora
