Una reciente investigación de la Universidad de Stanford, publicada en Psychiatry Research, ha revelado una significativa conexión entre los horarios tardíos de sueño y el incremento en trastornos psicológicos. El estudio, que analizó a más de 73.000 adultos, encontró que las personas que se acuestan después de la 1 AM tienen entre un 20% y 40% más de probabilidades de desarrollar trastornos mentales.
La investigación, liderada por Jaime Zeitzer, demuestra que este impacto negativo persiste independientemente del cronotipo de la persona, es decir, su predisposición natural a ser más activo durante el día o la noche. Incluso los “noctámbulos” mostraron mejoras significativas en su salud mental al adoptar horarios de sueño más tempranos.
El estudio identificó una correlación entre el sueño tardío y diversos comportamientos perjudiciales, incluyendo pensamientos suicidas, conductas violentas, consumo de sustancias y episodios de alimentación excesiva. Los investigadores sugieren que estos comportamientos se intensifican durante la noche debido a la fatiga, menor autocontrol y ausencia de luz natural.
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Los expertos recomiendan establecer rutinas consistentes de sueño, incluyendo acostarse antes de la medianoche y mantener horarios regulares incluso durante los fines de semana. La exposición a la luz solar matutina también juega un papel crucial en la regulación de los ritmos circadianos y la promoción de ciclos de sueño más saludables.
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La Academia Estadounidense de Medicina del Sueño enfatiza la importancia de dormir al menos siete horas por noche para garantizar un descanso óptimo. Los datos presentados en la conferencia SLEEP 2024 destacan los beneficios emocionales y sociales asociados con el buen descanso, incluyendo mayor gratitud, resiliencia y sensación general de bienestar.
Los hallazgos subrayan la necesidad de priorizar hábitos saludables de sueño como estrategia preventiva contra trastornos mentales. La investigación sugiere que adoptar rutinas nocturnas más tempranas y consistentes no solo reduce los riesgos de ansiedad y depresión sino que también contribuye significativamente al bienestar emocional general.
Fuente: El Nacional