La reciente promulgación de la ley del tren de cercanías por parte del presidente Santiago Peña plantea más preguntas que respuestas sobre la viabilidad del proyecto. El acuerdo inicial con Corea del Sur fracasó, dejando al Gobierno en busca de nuevas alternativas para financiar y llevar adelante una de las iniciativas más promocionadas por el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC). Sin embargo, el hermetismo y la falta de debate en el Congreso generan preocupación.
El esquema financiero proyectado, que contempla una inversión total de 600 millones de dólares, se presenta como un desafío considerable. De esa cifra, el sector privado debería aportar 450 millones de dólares, mientras que el Estado asumiría los restantes 150 millones. Según fuentes del sector ferroviario, es poco probable que empresas privadas muestren interés, dada la baja rentabilidad de este tipo de proyectos en el contexto internacional.
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Además, el país enfrenta limitaciones económicas significativas para financiar un emprendimiento de tal magnitud. La solución planteada por el Gobierno se basa en un modelo de Alianza Público-Privada (APP), pero expertos advierten que esta estructura no suele ser viable en el ámbito ferroviario, lo que podría resultar en un desenlace similar al del fallido proyecto del Metrobús.
El proyecto inicial incluía un tramo de Ypacaraí a Asunción, con 23 paradas y 7 estaciones, aunque la versión actual se reduciría a un trayecto entre Luque y Asunción en su primera etapa. Pese a las proyecciones de 60.000 usuarios diarios, el plan depende de ajustes en la infraestructura eléctrica, como los que debe realizar la Administración Nacional de Electricidad (ANDE).
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Otro factor que genera controversia es la oportunidad perdida con Corea del Sur, que había ofrecido un financiamiento altamente ventajoso. La decisión de apoyar a Arabia Saudita para la Expo 2030 terminó por enfriar las negociaciones con el país asiático, que incluía beneficios como generación de empleo y desarrollo urbano a lo largo del trayecto.
El presidente de Ferrocarriles del Paraguay (Fepasa), Facundo Salinas, ha prometido la reglamentación técnica para febrero. Sin embargo, las dudas persisten. En un contexto donde el financiamiento es incierto y las decisiones parecen improvisadas, el tren de cercanías corre el riesgo de convertirse en otro fracaso anunciado.
Fuente: LPO