El verano invita a disfrutar del agua, pero es crucial conocer los efectos de los químicos utilizados en piscinas sobre la piel y el cabello. Rosalba Riveros, especialista en dermatología del Hospital de Clínicas, destacó que la exposición prolongada al cloro y otros componentes puede provocar sequedad, cabello quebradizo y aumentar el riesgo de infecciones.
El cloro, un químico esencial para mantener el agua libre de microorganismos, puede afectar la salud dependiendo de su concentración y del tiempo de exposición. Además, la combinación con la exposición solar incrementa los daños potenciales, tanto en la piel como en el cabello. Por ello, es fundamental evaluar las condiciones de las piscinas antes de ingresar.
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Para minimizar los riesgos, Riveros recomienda bañarse inmediatamente después de salir del agua, usando productos hidratantes como cremas y aceites. También es aconsejable emplear protectores UV para el cabello y accesorios como sombreros o pañoletas, que refuercen la protección frente al sol.
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Es esencial escoger un protector solar adecuado al tipo de piel, edad y antecedentes médicos. Los niños, en particular, deben limitar su tiempo de permanencia en la piscina a 20-30 minutos consecutivos y descansar al menos 30 minutos antes de volver al agua.
Otros cuidados incluyen secarse bien, especialmente entre los dedos y zonas de pliegues, evitar compartir productos de higiene y cubrir heridas para prevenir infecciones.
Fuente: ABC Color