El presidente Santiago Peña defendió su enfoque moderado al abordar la situación en Venezuela, asegurando que no utiliza declaraciones “agresivas ni descalificativas”. Durante una conferencia de prensa, el mandatario explicó que busca construir puentes tanto a nivel nacional como internacional y destacó que su postura refleja el sentimiento del pueblo paraguayo en defensa de la democracia y los derechos humanos.
Peña señaló que la relación con Venezuela se retomó bajo el marco de los acuerdos de Barbados, que prometían elecciones transparentes. Sin embargo, afirmó que el incumplimiento de estos compromisos cambió el panorama, generando dudas sobre el proceso democrático en ese país. “Nosotros veíamos que no se estaba manteniendo la libertad ni los derechos humanos”, indicó.
No obstante, esta actitud moderada contrasta con la postura adoptada por Peña en otras situaciones. El presidente fue señalado por la forma contundente en que respondió a un periodista en octubre pasado, cuando se le consultó sobre la inversión de IPS en bonos de Ueno Bank, una entidad vinculada a su grupo empresarial. En esa ocasión, Peña acusó a un medio de comunicación de representar intereses económicos particulares y lanzó duras críticas contra el grupo Zuccolillo.
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El discurso actual del mandatario también destacó su deseo de dar protagonismo a Paraguay en la agenda internacional. “Desde el 15 de agosto hemos trabajado para que el país sea un actor relevante en la región y en el mundo”, expresó. Sin embargo, su postura ha sido calificada como ambivalente por analistas y opositores, quienes cuestionan la falta de firmeza ante temas internacionales en comparación con su estilo en asuntos locales.
Peña aseguró que su lenguaje está orientado a mantener una posición constructiva, evitando adjetivos y descalificaciones. Sin embargo, sus críticos consideran que esta estrategia parece adaptarse según el contexto, generando interrogantes sobre la coherencia de su discurso.
Fuente: ABC Color
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