Más de la mitad de la flota del SEME esperan reparación.
El Servicio de Emergencias Médicas Extrahospitalarias (SEME), dependiente del Ministerio de Salud Pública, atraviesa una crisis que afecta gravemente su capacidad de respuesta ante emergencias. De un total de 35 ambulancias en su parque automotor, solo 12 están operativas, mientras que las restantes permanecen descompuestas, muchas de ellas desde hace meses, según denuncias de los funcionarios.
La falta de mantenimiento en los vehículos no solo ha limitado los servicios, sino que también ha puesto en peligro la vida de pacientes y trabajadores. Un caso reciente ocurrió en el predio del SEME, cuando una ambulancia sin frenos embistió a una funcionaria, dejándola hospitalizada. Vicente Riveros, representante del servicio, lamentó que la situación lleva más de un año sin solución, a pesar de múltiples denuncias y manifestaciones realizadas por los trabajadores.
Además de los problemas mecánicos, las ambulancias operativas no cuentan con aire acondicionado, lo que supone un riesgo adicional para los pacientes en estado crítico. “Los pacientes salen de salas con aire acondicionado y son trasladados en ambulancias que alcanzan temperaturas de 50 grados”, expresó Riveros. Este detalle, aunque técnico, agrava las condiciones para quienes necesitan atención urgente.
La situación se complica aún más por incidentes recurrentes. Apenas esta semana, una ambulancia perdió el control mientras ingresaba al Hospital Central del IPS, obligando al conductor a frenar contra una barandilla peatonal. Por fortuna, no hubo heridos, pero el hecho refleja los riesgos latentes.
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Con menos de la mitad de su flota operativa, el SEME no puede responder eficientemente a la creciente demanda de urgencias.
Los funcionarios exigen una intervención inmediata que no solo repare los vehículos, sino que también implemente un mantenimiento constante para garantizar la seguridad de los pacientes y del personal.
Fuente: ABC Color
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