Habitantes de Groenlandia, con los gorros rojos de la campaña de Donald Trump, este martes en Nuuk. Foto: EFE
La Nueva Ofensiva de Trump
Donald Trump ha reactivado su controvertida propuesta de adquirir Groenlandia, enviando a su hijo Donald Trump Jr. a la isla para promover la separación de Dinamarca. Esta iniciativa se suma a una serie de declaraciones polémicas sobre política exterior, incluyendo planes para anexionar Canadá y retomar el control del Canal de Panamá.
La presencia de Trump Jr. en territorio groenlandés marca una escalada en las intenciones del candidato republicano, quien ya en 2019 había expresado su interés por comprar la isla, calificándolo como “un excelente negocio” para Estados Unidos.
El primer ministro groenlandés, Mute Bourup Egede, parece haber abierto una ventana de oportunidad al sugerir en su discurso de Año Nuevo la necesidad de que la isla determine independientemente sus socios comerciales y políticos.
Trump fundamenta su interés en razones de seguridad nacional, afirmando públicamente que Estados Unidos “necesita” tener presencia en la isla y «la tendrá”.
El Valor Estratégico de Groenlandia
La isla, con una extensión de 2,1 millones de kilómetros cuadrados y apenas 56.000 habitantes, representa mucho más que un territorio helado. Alberga importantes yacimientos de hidrocarburos, uranio y, crucialmente, tierras raras, minerales esenciales para la industria tecnológica y la transición energética.
Groenlandia ocupa una posición geográfica privilegiada para el control de las emergentes rutas marítimas árticas, que prometen revolucionar el comercio global al reducir significativamente las distancias entre Europa y Asia.
Las previsiones climáticas sugieren que para 2030, estas rutas podrían estar operativas durante al menos cuatro meses al año, extendiendo su viabilidad hasta seis meses para mediados de siglo.
Precedentes Históricos y Control Territorial
No es la primera vez que Estados Unidos intenta adquirir Groenlandia. En 1867, tras la compra de Alaska, Washington ya propuso adquirir tanto Groenlandia como Islandia. El intento se repitió al finalizar la Segunda Guerra Mundial.
La isla, bajo control danés desde 1814, goza actualmente de un régimen autonómico que le otorga amplias competencias, excepto en áreas como defensa, relaciones exteriores y recursos naturales.
Implicaciones Geopolíticas
La Unión Europea ha incrementado su presencia en Groenlandia, estableciendo una oficina en Nuuk y realizando inversiones significativas en educación y desarrollo sostenible.
El control de las rutas árticas podría gestionarse cooperativamente entre Estados Unidos, Canadá, países europeos, Rusia y China, o convertirse en motivo de competencia geopolítica.
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La propuesta de Trump genera preocupación en Europa, donde se considera a Groenlandia como un activo estratégico crucial para la seguridad y el desarrollo económico del continente.
La posible adquisición de Groenlandia por Estados Unidos alteraría significativamente el equilibrio de poder en el Ártico, afectando las relaciones transatlánticas y el acceso a recursos críticos.
Fuente: Clarín
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