La ciudad de Villarrica se engalana para conmemorar el centenario del nacimiento de la beata María Felicia de Jesús Sacramentado, conocida popularmente como Chiquitunga. La reliquia de la primera beata paraguaya arribó el sábado pasado a su ciudad natal, donde una multitud de fieles la acompañó en procesión desde la entrada de la ciudad hasta la Catedral del Espíritu Santo.
El programa conmemorativo incluye diversas actividades religiosas y culturales que se desarrollarán hasta el 12 de enero, fecha en que se cumplen los 100 años de su nacimiento. La celebración central tiene como escenario la Catedral de Villarrica del Espíritu Santo, templo donde la beata recibió el sacramento del bautismo.
La Hermandad de Chiquitunga coordina las actividades del centenario, que comenzaron con un novenario el viernes pasado en la Catedral. Carmen Gamarra, integrante de la organización, destaca que estas celebraciones cumplen con el deseo expresado por la beata de recorrer todos los rincones del Paraguay.
El centenario de nuestra Beata Chiquitunga. Sus reliquias serán llevadas a su ciudad Villarrica.
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El legado de María Felicia permanece vivo en las calles de Villarrica, donde una arteria urbana lleva su nombre. Su trabajo pastoral comenzó a los 14 años en la Acción Católica, dedicándose a la catequesis con niños, jóvenes, trabajadores y universitarios, además de asistir a pobres, enfermos y ancianos.
A los 30 años, María Felicia ingresó al Carmelo de Asunción, respondiendo a su vocación contemplativa. Durante su vida religiosa se destacó por su espíritu de sacrificio, caridad y generosidad, características que sus hermanas carmelitas recuerdan con especial afecto.
La celebración del centenario culminará el sábado 11 de enero con un festival artístico que incluirá presentaciones musicales y representaciones teatrales sobre la vida de la beata. Las comunidades religiosas de todo el país se darán cita en Villarrica para participar de este importante acontecimiento.
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La beata falleció el 28 de marzo de 1959, a los 34 años, tras padecer una hepatitis. Sus últimas palabras reflejaron la profundidad de su fe y su alegría por el encuentro con Cristo, dejando un testimonio de santidad que inspira a miles de devotos en Paraguay y el mundo.
La Hermandad de Chiquitunga mantiene la esperanza de su pronta canonización, proceso que avanza en el Vaticano. El centenario de su nacimiento representa una oportunidad para difundir su ejemplo de vida y fortalecer la devoción popular que la acompaña desde su beatificación.
Fuente: Última Hora
