El diputado Miguel del Puerto, presidente de la Comisión Permanente del Congreso Nacional.
La transparencia en el Congreso Nacional enfrenta un nuevo golpe con apenas siete legisladores, de un total de 125, cumpliendo con el reglamento que exige informar sobre viajes al exterior durante el receso parlamentario. La situación expone la falta de compromiso con las normativas institucionales, incluso por parte de las máximas autoridades legislativas.
El presidente de la Comisión Permanente, Miguel Ángel del Puerto, confirmó que solo cuatro senadores y tres diputados presentaron las comunicaciones requeridas. Entre ellos figuran los senadores Esperanza Martínez (Frente Guasu), Rafael Filizzola (PDP), Ignacio Iramain (PEN), y los diputados Orlando Arévalo, Luis González Vaesken, Mauricio Espínola y Carlos Arrechea.
La ausencia más notoria en la lista de comunicaciones es la del presidente del Congreso, Basilio “Bachi” Núñez, quien se encuentra fuera del país sin haber informado oficialmente sobre su viaje. La presidencia de la Comisión Permanente intentó justificar esta omisión sugiriendo que el viaje podría durar menos de ocho días, situación que estaría exenta de la obligación de informar.
La crisis de transparencia se profundiza mientras la Comisión Permanente se prepara para su reunión del 15 de enero sin agenda definida. Del Puerto admitió que no existen proyectos de ley registrados ni convocatorias programadas, evidenciando un aparente estancamiento en la actividad legislativa durante el receso.
En medio de la polémica por la falta de transparencia, Del Puerto desvió la atención hacia temas de política internacional, específicamente la ruptura de relaciones diplomáticas con Venezuela. El legislador cartista defendió la posición del gobierno paraguayo, argumentando que el distanciamiento con el régimen de Maduro no es reciente.
La situación actual revela un patrón preocupante de incumplimiento de las normativas institucionales por parte de los parlamentarios. La ausencia de consecuencias por estas omisiones sugiere una cultura de impunidad que socava la credibilidad del poder legislativo.
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El contraste entre los siete legisladores que cumplieron con el reglamento y la mayoría que lo ignoró plantea interrogantes sobre la efectividad de los mecanismos de control interno del Congreso. La falta de sanciones por el incumplimiento de estas obligaciones básicas cuestiona la seriedad con que se toman las regulaciones institucionales.
La ciudadanía observa con preocupación cómo sus representantes eluden responsabilidades básicas de transparencia, mientras la Comisión Permanente se limita a justificar estas omisiones en lugar de exigir el cumplimiento del reglamento. Esta situación refleja una crisis más profunda en la institucionalidad del poder legislativo paraguayo.
Fuente: ABC Color
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