La producción de soja enfrenta un panorama incierto debido a la falta de lluvias significativas en el territorio nacional. Según Héctor Cristaldo, presidente de la Unión de Gremios de la Producción (UGP), el déficit hídrico ya supera los 18 días, afectando especialmente a las variedades sembradas en septiembre.
Cristaldo explicó que, aunque las precipitaciones hasta mediados de diciembre fueron adecuadas, desde entonces solo se han registrado aguaceros esporádicos. Esta irregularidad en la distribución de lluvias genera un estrés hídrico que compromete seriamente los rendimientos esperados de la cosecha.
“Si no se dan lluvias importantes en la próxima semana, habrá pérdidas significativas, sobre todo con el calor extremo que afecta a los cultivos”, señaló.
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El dirigente gremial también advirtió que la prolongación de los periodos sin lluvias incrementa la incertidumbre entre los productores.
“Estamos en un tobogán hacia abajo. Sin lluvias constantes, es difícil prever si habrá una cosecha razonable”, indicó.
Fuente: Megacadena
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