El Papa Francisco marcó un hito histórico en la Iglesia Católica al nombrar a la hermana Simona Brambilla como prefecta del Dicasterio de los Institutos de Vida Consagrada y de las Sociedades de Vida Apostólica, convirtiéndola en la primera mujer en dirigir un ministerio vaticano en los dos milenios de historia de la institución.
Brambilla, religiosa de las Misioneras de la Consolata que cumplirá 60 años el próximo 27 de marzo, asumirá la dirección del dicasterio junto al cardenal Ángel Fernández Artime, designado como proprefecto. Este nombramiento representa un paso significativo en la inclusión femenina en los altos cargos de la Curia Romana.
La nueva prefecta cuenta con una sólida trayectoria que incluye experiencia misionera en Mozambique, formación profesional en enfermería y un destacado liderazgo como superiora general de las Misioneras de la Consolata en Italia desde 2011 hasta julio de 2023. Su nombramiento se produce tras haber servido como secretaria del mismo dicasterio desde octubre de 2023.
Este nombramiento se enmarca en una tendencia creciente de participación femenina en el Vaticano durante el pontificado de Francisco. Las estadísticas revelan un incremento significativo en la presencia de mujeres, que pasó del 19.2% al 23.4% entre 2013 y 2023, considerando tanto la Santa Sede como el Estado de la Ciudad del Vaticano.
La constitución apostólica Praedicate evangelium de 2022 estableció el marco legal que permite a laicos, incluidas mujeres, dirigir dicasterios y ocupar cargos de prefectos, posiciones tradicionalmente reservadas a cardenales y arzobispos. Esta reforma estructural refleja la visión del Papa Francisco de una Iglesia más inclusiva y representativa.
El Vaticano ha experimentado otros nombramientos femeninos significativos durante el actual pontificado. Barbara Jatta se convirtió en directora de los Museos Vaticanos en 2016, mientras que la hermana Raffaella Petrini asumió como secretaria general de la Gobernación en 2022, cargo históricamente ocupado por obispos.
Diversos dicasterios cuentan ahora con presencia femenina en altos cargos. Gabriella Gambino y Lina Ghisoni sirven como subsecretarias en el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, mientras que la hermana Carmen Ros Nortes ocupa una subsecretaría en el Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada.
La integración femenina se extiende a otras áreas estratégicas del Vaticano. Emilce Cuda lidera la secretaría de la Comisión Pontificia para América Latina, Natasa Govekar dirige el área teológico-pastoral del Dicasterio para la Comunicación, y Cristiane Murray funge como directora adjunta de la Oficina de Prensa.
El Sínodo también refleja esta evolución con la presencia de la religiosa francesa Nathalie Becquart como subsecretaria. Recientemente, tanto Simona Brambilla como María Lía Zervino fueron nombradas miembros del XVI Consejo Ordinario de la Secretaría General.
La designación de Brambilla sigue el precedente establecido en 2021 con el nombramiento de la hermana Alessandra Smerilli en el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, aunque el nuevo cargo representa un nivel jerárquico superior.
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El cardenal Fernández Artime, de 65 años y elevado al cardenalato en septiembre de 2023, trabajará en estrecha colaboración con Brambilla en la dirección del dicasterio, ejemplificando el nuevo modelo de liderazgo compartido en la Curia Romana.
Este nombramiento histórico no solo rompe con siglos de tradición sino que también establece un precedente para futuras designaciones de mujeres en posiciones de alta responsabilidad dentro de la Iglesia Católica, reflejando el compromiso del Papa Francisco con la reforma y modernización de las estructuras eclesiales.
Fuente: Clarín
