Los supuestos miembros del Clan Díaz que fueron identificados por la Policía y el Ministerio Público. Foto: Gentileza.
En el departamento de Canindeyú, una nueva organización criminal ha emergido para disputar el control territorial con el grupo liderado por Felipe Santiago Acosta, alias Macho. El Clan Díaz, dedicado al tráfico de drogas, extorsión y sicariato, representa una creciente amenaza para la seguridad en la región fronteriza con Brasil.
La Policía Nacional y la Fiscalía han identificado a once miembros de esta organización criminal, encabezada actualmente por Diego Díaz Méndez. El grupo tomó su nombre de Cristino Díaz, hermano del actual líder, quien falleció acribillado el 23 de febrero de 2024 durante un enfrentamiento con la banda de alias Macho en la zona de Brítez Cué.
La estructura jerárquica del clan está claramente definida. Tras Diego Díaz Méndez como líder principal, se encuentra Jorge Argüello Ayala, alias Pucarí, quien ocupa el segundo puesto de mando. El tercer lugar lo ostenta Miguel Ángel González Jacquet, un ex oficial de policía que se unió a la organización criminal.
Las investigaciones revelan que el grupo ha adoptado tácticas similares a otras organizaciones criminales que operan en el norte del país. Entre sus principales actividades delictivas destaca el cobro de “impuestos” mediante extorsión a productores locales, una práctica común entre grupos como el EPP.
El fiscal Cristian Roig, uno de los principales investigadores del caso, señala que el Clan Díaz está conformado principalmente por jóvenes que mantienen una presencia activa en redes sociales, llegando incluso a documentar sus reuniones a través de estados de WhatsApp. Esta característica contrasta con el perfil tradicional de las organizaciones criminales de la región.
La disputa territorial con el grupo de alias Macho se centra principalmente en el control del tráfico de drogas en Britez Cué y zonas aledañas, área estratégica por su proximidad con Brasil y su importancia en la producción de marihuana. Los enfrentamientos entre ambas organizaciones han intensificado la violencia en la región.
Un aspecto preocupante revelado por las autoridades es la conexión del Clan Díaz con el Primer Comando Capital (PCC) de Brasil, que proporciona asesoramiento a la organización. Esta alianza internacional potencia su capacidad operativa y alcance criminal.
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Los informes de inteligencia policial indican que el grupo ha desarrollado una significativa capacidad logística y existían indicios de posibles ataques planificados contra patrullas policiales o miembros de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC). Esta amenaza ha elevado el nivel de alerta en las fuerzas de seguridad.
El modus operandi del clan incluye la constante movilidad de sus miembros, quienes se desplazan por zonas boscosas y se mimetizan con la población local para evadir a las autoridades. Esta táctica dificulta significativamente las operaciones de las fuerzas del orden para su captura y desarticulación.
Fuente: Última Hora
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