Horacio Cartes, presidente de la Asociación Nacional Republicana (ANR), difundió un mensaje de fin de año que evita abordar los principales desafíos que enfrenta Paraguay, optando por resaltar el rol asistencialista del Partido Colorado en la sociedad.
El mensaje del líder partidario, difundido a través de redes sociales, se centró en exaltar la estructura del partido como sistema de contención social, sin mencionar los índices de pobreza, desempleo o los recientes escándalos de corrupción que afectan al país.
En su discurso, Cartes presentó una visión que perpetúa el modelo clientelista al destacar cómo “la gente viene al partido a buscar refugio”, reforzando la dependencia histórica entre la ciudadanía y la estructura partidaria colorada.
La caracterización de la dirigencia colorada como proveedora de servicios básicos – “cuando falta un cajón, cuando fallece alguien, cuando falta un remedio” – evidencia la persistencia de un sistema que suple las deficiencias estatales a través de estructuras partidarias.
Al abordar el futuro económico, el mensaje omitió mencionar los indicadores negativos y los desafíos económicos actuales, limitándose a expresiones optimistas sobre la estabilidad monetaria sin profundizar en las problemáticas sociales vigentes.
Respecto a las próximas elecciones municipales, el discurso se centró en la cantidad de candidatos como medida de éxito, sin abordar propuestas concretas para mejorar la gestión municipal ni mencionar los cuestionamientos a administraciones anteriores.
Aunque Cartes intentó distanciarse de las prácticas tradicionales de clientelismo político afirmando que “hoy hay que competir y concursar”, su mensaje refuerza la imagen del partido como principal gestor de oportunidades laborales y educativas.
El énfasis en presentar al Partido Colorado como “la mejor herramienta de oportunidades” contrasta con los índices de desigualdad y las críticas sobre la distribución inequitativa de recursos públicos en el país.
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La ausencia de autocrítica y la falta de reconocimiento de los problemas estructurales que enfrenta Paraguay caracterizaron un mensaje que prioriza la exaltación partidaria sobre el análisis de la realidad nacional.
El discurso de fin de año evidencia la continuidad de un modelo político que mantiene al partido como intermediario entre el Estado y la ciudadanía, perpetuando dinámicas que han sido ampliamente cuestionadas por analistas políticos y sectores de la sociedad civil.
Fuente: Última Hora
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