La vitamina C ha sido promocionada durante décadas como una aliada contra el resfriado común, pero ¿qué dice realmente la ciencia? Desde que el químico y premio Nobel Linus Pauling popularizara la idea en los años 70, numerosos estudios han cuestionado su efectividad, concluyendo que, aunque no previene los resfriados, podría ayudar a aliviar ciertos síntomas.
Pauling recomendaba consumir grandes dosis de vitamina C, basándose en su capacidad antioxidante y su supuesto efecto sobre el sistema inmunológico. Sin embargo, investigaciones recientes, como las dirigidas por el bioquímico Harri Hemilä, han demostrado que esta práctica no tiene un impacto preventivo significativo para la mayoría de las personas, salvo excepciones como los atletas de alto rendimiento o quienes tienen una ingesta muy baja de este nutriente.
Las revisiones científicas señalan que el consumo regular de vitamina C no previene los resfriados en la población general. Solo en casos específicos, como en maratonistas o personas expuestas a condiciones extremas, se observó una reducción de hasta el 50% en la incidencia de resfriados. Para la mayoría, una dieta equilibrada es suficiente para cubrir las necesidades diarias de vitamina C, fijadas en 0,1 gramos.
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En cuanto al alivio de los síntomas, tomar vitamina C podría reducir la duración del resfriado en un 15% si se consumen dosis regulares de al menos 1 gramo al día. En situaciones más severas, dosis mayores, de hasta 10 gramos al día, podrían ofrecer beneficios adicionales, aunque esto debe realizarse bajo estricta supervisión médica para evitar efectos adversos como problemas gastrointestinales o renales.
Los expertos advierten que el abuso de suplementos vitamínicos puede ser perjudicial. En el caso de la vitamina C, un exceso es generalmente excretado por el cuerpo, pero en personas con condiciones específicas, como enfermedades renales, puede ser nocivo. Por ello, la suplementación debe ser siempre recomendada por un médico.
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El bioquímico Hemilä sugiere que el cinc también podría ser útil para combatir el resfriado, aunque advierte sobre la falta de productos adecuados en el mercado y los riesgos de sobredosificación. En cualquier caso, tanto el cinc como la vitamina C deben utilizarse con precaución y bajo asesoramiento profesional.
La vitamina C no es una solución milagrosa contra el resfriado, pero puede ser una herramienta complementaria para aliviar síntomas en casos específicos. La clave sigue siendo mantener una dieta saludable y consultar con especialistas antes de recurrir a suplementos.
Fuente: El País
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